En el reciente evento de Microsoft, la compañía de tecnología presentó la nueva plataforma Copilot+ PC, que ofrece una notable colección de equipos basados en arquitectura ARM. Esta presentación contó con la participación de gigantes tecnológicos como HP, ASUS, Dell y Acer, entre otros, lo que demuestra la importancia y el impacto de esta nueva plataforma.
A pesar de los rumores persistentes sobre Windows 12, parece que en Redmond están dispuestos a prolongar la vida de la versión actual. Ya han desarrollado un Windows 11 nativo para ARM y una solución para ejecutar aplicaciones x86-64 en esta arquitectura, denominada Prism, que se lanzará este otoño con la actualización Windows 11 24H2.
Prism es una tecnología de emulación/traducción de binarios que comparte muchas similitudes con Rosetta 2, la herramienta que Apple utilizó para abandonar Intel en un tiempo récord. Según Microsoft, Prism puede ejecutar aplicaciones x86 entre un 20% y un 50% más rápido que las soluciones actuales, ofreciendo un rendimiento similar al de los Mac. Sin embargo, tendremos que esperar para confirmar estas afirmaciones.
Es importante tener en cuenta las diferencias significativas en el enfoque de estas transiciones tecnológicas. A lo largo de su historia, Apple ha llevado a cabo varias transiciones de este tipo con una estrategia radical y poco apego por la retrocompatibilidad. Por el contrario, Microsoft tiene un legado inmenso, con millones de configuraciones que soportar y una gran cantidad de usuarios que no están dispuestos a aceptar cambios drásticos.
En términos de hardware, mientras que en Cupertino llevan años diseñando sus propios chips y sólo tienen que soportar una docena de dispositivos, en Redmond dependen de terceros, en este caso Qualcomm, y deben resolver problemas en miles de plataformas diferentes.
Por lo tanto, que Prism funcione con el rendimiento esperado será una excelente noticia. Sin embargo, Prism, al igual que Rosetta 2 y otras soluciones similares, solo es una forma de facilitar la migración hacia una nueva arquitectura para los desarrolladores. El objetivo de Microsoft es que cada vez más aplicaciones nativas en x86 tengan su versión ARM y puedan ejecutarse sin capas intermedias, aprovechando al máximo el nuevo hardware.
Actualmente, ya existen versiones nativas de las aplicaciones que forman parte de Office, navegadores como Chrome, Firefox o Brave, y actores importantes para el mercado profesional como Adobe o Autodesk están trabajando intensamente para llevar sus soluciones a la nueva arquitectura.
¿Y qué pasa con los juegos? A corto plazo, y a pesar de los intentos de Apple, no parece probable que vayamos a presenciar un cambio relevante en este sentido. El triunvirato formado por Intel, AMD y NVIDIA seguirá dictando las reglas de un mercado que, no olvidemos, mueve miles de millones de dólares en hardware y software cada año.