El famoso adagio de que la historia tiende a repetirse cobró vida durante el pasado fin de semana largo, cuando alrededor de 40 mil personas cruzaron la cordillera desde Argentina hacia Chile. No solo se trataba de turismo, sino de una nueva ola de compras atraídas por los precios significativamente más bajos que los disponibles en su país de origen. Según Perfil, nuestro medio asociado, algunos argentinos tuvieron que hacer colas de hasta 10 horas para entrar a nuestro país. Esta situación parece ser la inversa de lo que ocurrió en noviembre del año pasado cuando buses llenos de chilenos cruzaban hacia Argentina para aprovechar los precios más bajos.
El patrón de argentinos comprando en Chile no es nuevo pero ha tomado un nuevo impulso. Mauricio Almonacid, originario de Bariloche, compartió su experiencia: “Compré una mesa que en Argentina sale $160 mil pesos por $38 mil en Chile. Los jeans están en $5 mil pesos argentinos. Hay televisores 50 pulgadas por $300 mil pesos cuando en Argentina salen $600 mil”.
En términos de productos electrónicos, la Playstation 5 se puede encontrar a unos US$780 en Chile, mientras que en Argentina la consola de Sony alcanza los US$1.500. Similarmente, un iPhone 14 de 256 gigas cuesta cerca de US$900 en Chile, mientras que en Argentina se encuentra, por lo bajo, en US$1.400.
Sin embargo, no fueron los productos electrónicos los que más se destacaron en esta ocasión, sino las latas de atún y los repelentes de insectos. De acuerdo a El Clarín, el atún enlatado subió un 317% en Argentina, pasando de $907 pesos argentinos en 2023 a $3.785 (alrededor de US$4) en 2024. En contraste, en Chile, una lata de atún de una cadena de supermercados reconocida cuesta solo $1.350 (cerca de US$1,42).
El repelente para insectos también se convirtió en un producto estrella debido al alza en los casos de dengue en Argentina. Ante esta amenaza, el Gobierno de Javier Milei se vio forzado a levantar las restricciones de importación a repelentes.
¿Por qué los argentinos regresaron a comprar en masa a Chile? La respuesta parece ser la economía. Argentina, bajo la nueva administración de La Libertad Avanza, cerró el 2023 con un IPC del 211,4%, el peor desde la hiperinflación de 1990. Los sueldos de las personas continúan perdiendo valor, lo que ha llevado a los turistas trasandinos a volver a comprar en masa en Chile. A este fenómeno se añade la caída del dólar blue de unos $40 pesos argentinos en lo que va del año.
La devaluación de la moneda después de los primeros anuncios económicos realizados por la administración Milei, donde el dólar oficial pasó de $366 a $800 pesos argentinos en diciembre, ha afectado la capacidad de compra de los argentinos. Según el economista y docente de la Escuela de Negocios en AIEP, Abraham Flores, “a los trasandinos no les conviene usar tarjetas de crédito en nuestro país, ya que la conversión será más alta respecto al efectivo debido al dólar turista que les aplica a ellos, donde se incluye el impuesto país. Por eso, traen dólares en efectivo y los cambian a peso chileno”.
El economista de PKF, Héctor Osorio, agregó que los argentinos no suelen generar ahorro en pesos debido a la inflación, sino en dólares. Finalmente, es importante destacar que no solo la conversión de divisas es un factor, sino también las distintas tasas e impuestos que enfrentan productos como los electrónicos en Argentina, mientras que en Chile varias importaciones se benefician de tratados con el Asia Pacífico, según señalan desde AIEP.