Las redes sociales se están consolidando cada vez más como una herramienta clave en la promoción de compras entre los menores de edad, según un reciente estudio presentado por la asociación de la industria de la comunicación, el márketing y la publicidad digital IAB Spain. La investigación, realizada a través de 1.200 entrevistas a usuarios y profesionales de entre 12 a 74 años, revela que uno de cada dos menores de 12 a 17 años acude a plataformas como Instagram o TikTok para conocer productos y termina comprándolos.
El estudio analiza la evolución de las redes sociales y el perfil de sus usuarios, así como la publicidad y la relación con las marcas. Las redes preferidas por los menores de 12 a 17 años son WhatsApp, TikTok y Youtube, aunque también utilizan Instagram y Spotify, dedicándoles una media de una hora y diez minutos al día.
Según el informe, este año los menores de edad buscan más información y compran más en internet que el año pasado. En comparación con el informe de 2023, el porcentaje de menores que buscan información antes de comprar ha aumentado en 14 puntos, mientras que el porcentaje de aquellos que han comprado gracias a las redes ha aumentado en 7 puntos.
No obstante, el público general se muestra algo más reacio a utilizar las redes sociales como canales de compra. Solo el 14% admite haber comprado por medio de Facebook, Instagram y Whatsapp. Daniel Dévai, CEO de Epsilon Technologies, una de las empresas autoras del estudio, destaca la importancia de entender dónde y cómo se capta la atención digital para adaptar y mejorar las estrategias de marketing.
Además, el estudio señala el auge del lifestreaming, una práctica muy popular en China que consiste en promocionar los productos a través de conexiones en vivo y con acceso directo a la compra. Esta estrategia de marketing parece tener su mejor público en los adolescentes de 12 a 17 años.
Las compras y las redes sociales son dos de las principales adicciones en línea, junto a los videojuegos, las apuestas, los juegos de azar y el sexo, según Francisco Ferre, jefe del servicio de psiquiatría del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. El uso excesivo interfiere en todas las facetas de la vida y puede presentar síntomas de adicción, como la necesidad de uso y consumo creciente, síndrome de abstinencia y dificultades para dejarlo, a pesar de conocer sus efectos negativos.
El informe del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad de la Información (ONTSI) también señala que el 11,3% de la población entre 15 y 24 años se encuentra en riesgo elevado de hacer un uso compulsivo de servicios digitales, cifra que aumenta al 33% en el caso de las personas que tienen entre 12 y 16 años.
Además, los riesgos de salud mental asociados a una mayor frecuencia e intensidad del uso de las redes sociales pueden incluir comportamientos nocivos e incluso delictivos, como agresiones o acoso. También se reduce la posibilidad de empatizar con otras personas y se aumenta la posibilidad de caer en la desinformación.
Sin embargo, también se destacan aspectos positivos de estas plataformas sociales. Un estudio del centro de investigación de tendencias Pew Research Center de 2023 resalta que, para la mayoría de los adolescentes, las redes sociales les ayudan a sentir mayor aceptación, como si tuvieran personas que pudieran apoyarlos en tiempos difíciles, un lugar para mostrar su lado creativo y estar más conectados con lo que sucede en la vida de sus amigos y amigas.