Recientemente, la Policía de Investigaciones de nuestro país logró incautar aproximadamente 260 kilogramos de una sustancia estupefaciente de origen vegetal conocida como kratom, la cual ha venido emergiendo en Chile. Esta droga, cuyos efectos se asemejan a los de los opioides, se presenta en forma de pastillas o infusiones y se promociona con presuntas propiedades medicinales. Sin embargo, es importante mencionar que su comercialización está estrictamente prohibida en nuestro país.
El kratom, cuyo nombre científico es Mitragyna speciosa, es una planta nativa del sudeste asiático, especialmente de Tailandia. En estos lugares, los productos derivados de sus hojas se comercializan como suplementos medicinales destinados a mejorar el estado de ánimo y a tratar otros problemas de salud.
Según Fernando Torres, toxicólogo y director de la Escuela de Química y Farmacia UNAB, lo que se está utilizando actualmente como kratom es un extracto de las hojas molidas de la planta. «Las evidencias han demostrado que dosis pequeñas de esta droga producen efectos estimulantes, causando un poco de agitación, pero a dosis más altas tiene efectos depresores del sistema nervioso central, produciendo un efecto similar a la morfina o el fentanilo», explica.
Las hojas de esta planta contienen una gran variedad de compuestos químicos del tipo alcaloides, los cuales podrían afectar seriamente el organismo. «De esos compuestos, los que más se han estudiado son la mitraginina y la 7-hidroximitraginina. Sin embargo, no se han realizado suficientes estudios científicos que permitan aportar evidencias sobre el efecto de estos compuestos, sobre sus posibles aplicaciones terapéuticas y daño que podrían causar si se ingieren las hojas de la planta o algún producto derivado de ellos, tanto a corto como largo plazo», añade el académico UNAB.
Los efectos del kratom en el ser humano dependen de diversos factores, como la cantidad consumida, la concentración de la sustancia en las hojas o pastillas, la formulación del producto (ya sea pastillas, infusiones, etc.), la manera y frecuencia de ingesta, el consumo simultáneo de otras drogas y alcohol, así como la presencia de posibles enfermedades en el individuo que consume esta sustancia.
El toxicólogo menciona que los productos elaborados a base de kratom presentan variaciones, lo que dificulta predecir los efectos que pueden manifestarse en una persona que los consuma. Entre los efectos descritos para esta droga se encuentran: aumento de la energía, mayor nivel de alerta y aumento de la frecuencia cardiaca. Posteriormente, aparecen efectos similares a los opioides como: relajación, somnolencia y confusión.
Además, reportes de casos informan una gama de efectos secundarios poco comunes, pero graves asociados al consumo de kratom, entre ellos: alteraciones mentales y neurológicas como confusión, temblores y convulsiones; problemas cardiacos y pulmonares como aumento de la presión arterial y respiración lenta; problemas gastrointestinales como náuseas y vómitos, y también complicaciones hepáticas.
El enfoque en la incautación y prohibición del kratom se basa en la preocupación por los riesgos para la salud y la falta de estudios científicos que respalden sus supuestas propiedades medicinales. A medida que esta sustancia emerge en el país, es esencial la divulgación de información precisa y verificada para promover la salud y el bienestar de todos los ciudadanos.