El uso excesivo de las redes sociales y dispositivos móviles está teniendo un impacto negativo en la salud y el bienestar de los jóvenes, según varios estudios recientes. La estudiante de bachillerato de 18 años, Inma Rojas, de Sevilla, por ejemplo, decidió abandonar Instagram y TikTok al darse cuenta de que le quitaban demasiado tiempo. Se enfrenta en dos semanas a la prueba de acceso a la Universidad y necesita centrarse en sus estudios.
Según la Organización Mundial de la Salud, el tiempo recomendado de uso diario de un teléfono móvil es de 120 minutos como máximo. Sin embargo, las adolescentes que participaron en un estudio reciente publicado en Archives of Disease in Childhood del British Medical Journal y el Royal College of Paediatrics and Child Health, superaron con creces este límite, llegando a seis horas diarias en algunos casos.
Estos hallazgos se basan en un estudio de un millar de estudiantes de entre 15 y 16 años en Finlandia. Otros estudios en adolescentes suecos reflejaron una media de 161 minutos al día, mientras que en España, según la Fundación Pasos, el tiempo medio de uso de móviles entre semana es de 200 minutos y de 300 en fines de semana.
Los efectos de este abuso de las redes sociales incluyen calificaciones más bajas, aumento de la ansiedad, una peor imagen corporal y una disminución del bienestar general, según la autora del estudio finlandés, Silja Kosola. Este patrón de abuso también está asociado con una serie de trastornos mentales que contribuyen significativamente a la morbilidad adolescente en los países de altos ingresos.
Los factores causales no pueden ser definitivamente establecidos debido a la naturaleza observacional del estudio, pero las implicaciones son graves, según Kosola. La investigadora insta a los responsables políticos a presionar a las empresas tecnológicas para que den prioridad a la seguridad y la salud de los jóvenes.
El psicólogo Gadi Lissak, en un estudio previo más exhaustivo publicado en Science Direct, coincide con Kosola en que el uso excesivo de los medios digitales por parte de los jóvenes puede obstaculizar la formación de una sólida resiliencia psicofisiológica. Lissak destaca los efectos del uso de dispositivos móviles e identifica una veintena de perjuicios físicos, psicológicos y psiconeurológicos.
En paralelo, un estudio presentado por Cassidy Foley de la Universidad de Florida en la American Academy of Pediatrics apunta a las redes sociales como una de las principales causas de los problemas de autoestima corporal en los jóvenes. Foley sugiere que las mujeres tienden a ser más infelices o incómodas con su imagen corporal que los hombres.
En España, según datos del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad de la Información (ONTSI), el 98% de los jóvenes utilizan Internet de forma habitual y el 70% tienen un teléfono móvil. Sin embargo, el abuso de la tecnología es un problema generalizado. Un informe de la compañía de ciberseguridad Kaspersky revela que casi el 70% de la población española es dependiente de la tecnología y el 46% admite que debería reducir su uso.
A pesar de estos datos, el 26% de los padres admite que no tiene suficiente información para enseñar a sus hijos cómo hacer un uso seguro y responsable de Internet. Adicionalmente, el 75% cree que sus hijos no están preparados o no cuentan con las nociones suficientes para hacer un uso seguro de Internet, según la misma encuesta de Kaspersky.
Estos hallazgos ponen de manifiesto la necesidad de una mayor educación y concienciación sobre el uso responsable de la tecnología y las redes sociales entre los jóvenes, así como de medidas más duras contra las empresas tecnológicas para garantizar la salud y el bienestar de los usuarios más jóvenes.