El retiro de los Fondos de Pensiones durante la pandemia, que totalizó US$ 46.975 millones, y la salida de capitales tras el estallido social, han generado un fuerte perjuicio a la economía chilena en materia de liquidez del mercado de capitales. La situación ha llevado al Ministerio de Hacienda a realizar un canje de deuda, aplazando los pagos y poniendo de manifiesto la necesidad de recuperar la profundidad del sistema financiero.
Hoy en día, los activos de los fondos de pensiones representan un 55% del Producto Interno Bruto (PIB), una disminución significativa con respecto a hace unos años cuando alcanzaban el 80%. Esta reducción en el capital disponible para préstamos ha generado un aumento en el costo de los mismos, y ha disminuido el incentivo a invertir. Además, la menor profundidad del mercado de capitales ha reducido la capacidad de la economía para amortiguar shocks externos y la volatilidad global.
En el caso de los hogares, la riqueza financiera neta aún se encuentra por debajo de lo observado antes de los retiros de ahorro previsional, con un 120% frente al 148% del PIB. Además, los indicadores de profundidad del mercado de capitales a nivel local no han logrado recuperarse y se mantienen por debajo de los niveles observados previo a la pandemia.
Un mercado de capitales de menor tamaño incide negativamente en las condiciones de financiamiento a mediano y largo plazo. También tiene menos capacidad para mitigar los shocks externos que pueda enfrentar la economía. De la misma manera, los altos vencimientos de deuda local tanto pública como privada que se avecinan pueden ejercer una mayor presión al alza sobre las tasas y los spreads de financiamiento, debido a la menor demanda por activos financieros locales.
Vittorio Corbo, ex presidente del Banco Central, en un seminario de la Escuela de Negocios de la UAI, comentó que «hemos vivido años muy difíciles, interna y externamente, primero con el estallido social y luego la pandemia». Añadió que «esto nos pilló con un mercado de capitales menos profundo por los retiros de los fondos y junto a la pandemia se venía arrastrando otra pandemia: la del populismo».
A su juicio, la persistencia de las tasas altas puede generar tensiones en los mercados. «Hay un problema en la profundidad del mercado financiero, que tiene que ver con que hay volatilidad cambiaria y de tasas, que crea costos para el sistema», dijo Corbo.
Por su parte, Pablo García, ex vicepresidente del instituto emisor, sostuvo que “los retiros fueron una señal de desconfianza, social y política. Los esfuerzos por encuadrar la macro han sido muy exitosos y es el reflejo que hay espacios de confianza. No hay ninguna duda de que ser una economía integrada al mundo nos ha hecho bien”. García considera que es necesario llegar a un acuerdo en materia previsional pronto ya que eso ayudará indirectamente a mejorar la liquidez del sistema financiero.
El Banco Central ha advertido que “los altos vencimientos de deuda local pública y privada en lo venidero pueden ejercer mayor presión al alza sobre las tasas y los spreads de financiamiento dada la menor demanda por activos financieros locales”.
De acuerdo con las cifras entregadas por Rosario Celedón, gerenta de la División de Política Financiera, los vencimientos para el Fisco durante este y el próximo año equivalen a cerca de 7 puntos del PIB. De acuerdo con la oficina de deuda pública de Hacienda, las amortizaciones del Fisco en 2024 alcanzan a los US$ 3.802 millones.
Otro aspecto destacado en el informe es el riesgo asociado a la persistencia de tasas de interés a largo plazo elevadas en el escenario global. Esta situación podría afectar negativamente el costo del financiamiento y la capacidad de pago de los deudores, lo que requeriría una gestión cuidadosa por parte de las autoridades financieras y los agentes económicos.
En cuanto a la decisión del Ministerio de Hacienda, la deuda fiscal se ha incrementado fuertemente desde la crisis sub prime. En 2009, la deuda bruta del Fisco representaba el 5,8% del PIB, diez años después los compromisos del Estado chileno con el mercado llegaban a 28,3%. En 2023, esa deuda alcanzó los 39,4% y se ha señalado como compromiso fiscal de estabilizar la deuda por debajo del 45% del PIB, considerado como un nivel prudente.
Para los agentes del mercado, el aumento del costo financiero es importante en la administración de la cartera fiscal, por lo que la decisión de anunciar una recompra de bonos para canjear los vencimientos de 2024 por nuevos instrumentos a 2027 y a 2029 deja espacio para que las tasas de interés bajen y no se tengan que comprometer a plazos más largos. Hacienda señaló que ofrecerá, “de forma opcional y voluntaria”, intercambiar bonos de la Tesorería por otros a ser colocados.