Este es un relato épico de una máquina que se niega a ser relegada al olvido. Nos referimos a un antiguo BMW Serie 7 E65, que a pesar de su avanzada edad y un impresionante historial de más de 500.000 km de servicio oficial en Praga, República Checa, ha encontrado una nueva vida. Un mal funcionamiento en la transmisión podría haberlo condenado a una vida de inacción, pero en su lugar, se ha convertido en un espectacular vehículo todoterreno, con reminiscencias del legendario Porsche del Dakar, capaz de recorrer el círculo polar ártico.
El BMW Serie 7 E65 es un vehículo que siempre se ha caracterizado por su elegancia y sofisticación. Fue innovador en su momento, y aunque su diseño no convenció a todos, no hay duda de que nunca se diseñó para el barro, la nieve y el hielo. Sin embargo, con un esfuerzo considerable, este vehículo ha sido transformado radicalmente. De ser una limusina, vehículo oficial y de escolta, ha pasado a ser un todoterreno digno de admiración.
El proyecto de transformación fue llevado a cabo por E65Overland, en colaboración con el taller de carrocería local Solved Garage. El primer paso fue reparar la transmisión dañada, para luego enfrentar el desafío de modificar un automóvil de ciudad para que sea apto para superficies irregulares y condiciones extremas.
La primera modificación realizada por Solved Garage fue elevar la altura de la suspensión del BMW en 50 mm, una mejora crucial para un buen desempeño off-road. No se quedaron ahí, también reconstruyeron por completo el sistema de suspensión utilizando bujes de poliuretano de alta resistencia para soportar los caminos irregulares. Bajo el capó, realizaron una puesta a punto del motor diésel en línea de 3 litros para extraerle una potencia de unos 290 CV, casi un 20% más que la configuración original. Finalmente, instalaron un diferencial de deslizamiento limitado para mejorar el agarre y la tracción en superficies deslizantes.
El toque final para lograr la transformación fue la aplicación de una de las decoraciones más míticas del Dakar. El estilo de la decoración Rothmans en azul oscuro, con la mitad superior en color blanco, y los cuatro faros adicionales en la parrilla, le dan a este BMW Serie 7 un look radicalmente distinto al sobrio y elegante propio de un coche de su clase.
Tras completar la transformación, el BMW Serie 7 E65 off-road se enfrentó a su primera prueba: un viaje de ida y vuelta de 6.000 km hacia el Círculo Polar Ártico, cruzando Suecia y Noruega. A pesar de los temores iniciales de llevar un sedán de lujo a tal expedición, el Serie 7 superó los obstáculos de manera impecable gracias a su renovada configuración todo terreno.
Este BMW Serie 7 es un ejemplo perfecto de que los coches de combustión interna siguen teniendo un lugar en el mundo del motor. A pesar de la creciente popularidad de los coches eléctricos, los entusiastas de los coches seguirán encontrando vehículos de combustión que, como este, son capaces de reinventarse y seguir siendo relevantes.