El viernes pasado, el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) de Colombia informó sobre el traslado del recluso Pedro Nel Caro, también conocido como Pedro Pluma, a la prisión de La Picota. Caro ha sido acusado de amenazar al director de la cárcel La Modelo de Bogotá, Elmer Fernández, quien fue asesinado el jueves en la capital colombiana.
Además del traslado de Caro, el Inpec también reubicó a otros 14 peligrosos reclusos de la penitenciaría La Modelo a diferentes cárceles del país. Estos movimientos provocaron disturbios en varios patios de La Modelo, que fueron controlados por la guardia. Se cree que los disturbios ocurrieron debido al temor de los reclusos por el traslado de varios criminales que controlan sectores dentro de la cárcel.
Elmer Fernández, que había asumido el cargo de director de la prisión hace tan solo 42 días, recibió panfletos amenazantes hace una semana, presuntamente enviados por Caro. En uno de estos panfletos con la marca de Pedro Pluma, se advertía a Fernández que su familia sería asesinada si volvía a ordenar requisas en el centro penitenciario.
Fernández fue asesinado por sicarios en una avenida del norte de la capital colombiana mientras se trasladaba en un vehículo. A pesar de su cargo, Fernández no contaba con ningún esquema de seguridad y el vehículo en el que se movía no tenía blindaje.
Después del asesinato de Fernández y la posterior renuncia del subdirector, Óscar Tovar Moreno, la mayor Nancy Pérez asumió como directora encargada del centro carcelario. Pérez es mayor del Cuerpo de Custodia y Vigilancia y ha trabajado como directora de varias cárceles en Bogotá, Ibagué y Acacías, en el departamento del Meta.
Estos incidentes ocurren en un momento en que el sistema penitenciario colombiano está en crisis. En febrero, el Gobierno colombiano declaró la emergencia carcelaria para enfrentar la persecución de bandas criminales a los guardianes de prisiones y combatir la extorsión que se produce dentro de los centros de reclusión, todos con alto hacinamiento.
El Inpec administra 125 establecimientos carcelarios en todo el país con capacidad para 81.740 reclusos, pero actualmente albergan a 101.976 personas privadas de la libertad. Esto representa un desafío importante para las instituciones y las autoridades responsables de mantener la seguridad y el orden dentro de estos establecimientos.
El traslado de Caro y los otros 14 reclusos peligrosos es un intento de desbaratar las estructuras de poder dentro de la cárcel de La Modelo. Sin embargo, este tipo de movimientos también puede generar disturbios y conflictos, como se vio en este caso. El asesinato de Fernández pone de relieve el peligro que enfrentan los funcionarios de prisiones y la necesidad de medidas de seguridad más fuertes para proteger a estos individuos.
La mayor Nancy Pérez, ahora a cargo de La Modelo, se enfrenta a la difícil tarea de mantener la paz y la seguridad dentro de la prisión. Con su experiencia previa como directora de varias cárceles, se espera que pueda manejar la situación de manera efectiva.
El sistema penitenciario colombiano sigue enfrentando desafíos significativos. El alto nivel de hacinamiento, la violencia, las amenazas a los guardias y los funcionarios de prisiones, y la presencia de bandas criminales dentro de las cárceles son problemas que necesitan soluciones urgentes. Las autoridades deben continuar buscando formas de mejorar la seguridad y las condiciones dentro de estos establecimientos para garantizar el orden y la seguridad de todos los involucrados.