El mundo de los vehículos deportivos está de luto con el declive del Suzuki Swift Sport, un vehículo que no recibió tanta atención como debería haberlo hecho durante su apogeo. Este hot hatch fue una joya oculta en la corona de Suzuki, y ahora que estos vehículos están en declive, su ausencia se siente profundamente. Este no es un lamento por el modelo básico del Suzuki Swift, que acaba de ser renovado, sino por su versión deportiva, el Swift Sport, que ha dejado de ser actualizada tras un cambio de filosofía de la marca japonesa. El Swift Sport simboliza un retorno a los orígenes de los hot hatches.
El Swift original se lanzó como la versión internacional del Suzuki Cultus. En la segunda generación, el Swift se introdujo en España a principios de los años 90, consolidándose junto a un icono para nuestro país como el Samurai, conocido por muchos como Santana porque se fabricaba en la planta del homónimo pueblo de Jaén. También en este modelo se lanzó una versión GTI con 100 caballos de fuerza y 113 Nm de par, un vehículo que pesaba apenas 850 kilogramos en vacío y que competía con los populares hot hatches de la época como el Peugeot 205 Rallye, el Renault Supercinco GT Turbo o el Citroën AX GTI.
Tuvimos que esperar más de una década para ver al sucesor del Swift GTI, que llegó en forma del Swift Sport, al que ahora se le rinde homenaje por su 20º aniversario. Este modelo estaba basado en la tercera generación del Swift y estaba equipado con el motor M16A 1.6 de 125 caballos y 148 Nm de par. Este motor tenía mucha fuerza en la parte alta del cuentarrevoluciones, aunque era conocido por ser un motor ‘tragón’ incluso en carretera.
El Swift Sport se mantuvo con el motor M16A durante otras dos generaciones, pero en 2012 se presentó una versión deportiva con diez caballos adicionales. Esta vez, el vehículo contaba con una caja de cambios manual de seis marchas o una caja CVT de siete marchas que podía manejarse manualmente con levas. La suspensión era más baja y firme que la del Swift normal, y el vehículo también contaba con un kit de carrocería revisado y llantas de 17 pulgadas.
Con la quinta generación del Swift, también se presentó un nuevo Swift Sport, pero con una gran diferencia: decía adiós al M16A y saludaba al 1.4 Boosterjet K14C. Este motor turbo era más efectivo y potente, con 140 caballos de fuerza y 230 Nm de par, y podía acoplarse a una caja de cambios manual de seis marchas o una automática. Sin embargo, no tenía el mismo sonido agresivo y vibrante de los Swift anteriores. En 2020, se lanzó en Europa una versión microhibridada con 130 caballos de fuerza (debido a que el turbo era de menor tamaño) y 235 Nm de par, conocida como K14D. El nuevo Swift, recién presentado en España, se basa en esta misma plataforma, aunque ya no cuenta con una versión deportiva.
El Swift Sport acabó siendo el principal damnificado con el cambio de rumbo de Suzuki, que decidió a finales de 2022 apartarse de los entornos competitivos. Esto se vio a nivel mundial con la desaparición del equipo oficial de Suzuki en MotoGP, a pesar de haber sido campeones del mundo y de contar con un equipo muy competitivo.
En España también sentimos los efectos de este cambio con la desaparición de la Copa Suzuki Swift, un equipo que nació con las aspiraciones de encontrar a otro as español que pudiera correr con Suzuki en el Mundial de Rallyes. Con los Swift Sport de las tres últimas generaciones, los pilotos competían en rallyes por toda España con vehículos en especificación de Grupo N, muy próximos al coche de calle. También se terminaron las actividades del equipo oficial que había competido con los Swift S1600, el Swift R+ de la categoría N5 ‘Made in Spain’ y el Swift R4lly S de la categoría Rally2 Kit FIA, con el que ganaron el Europeo de Rallyes en la categoría ERC2.
El Swift Sport, una vez un símbolo de la historia de Suzuki, ha sido eliminado de la alineación de la marca, dejando un vacío en el corazón de los entusiastas del automovilismo y de aquellos que aprecian los vehículos deportivos compactos y asequibles. Aunque el Suzuki Swift sigue en producción, su versión deportiva ya no existe, y con ella se va una parte de la historia de los hot hatches.
