La empresa de vehículos eléctricos, Tesla, ha obtenido la aprobación del consejo local para expandir su gigafactoría en Gruenheide, cerca de Berlín. La decisión ha sido controvertida, enfrentando a la compañía con activistas locales que se oponen a la destrucción de decenas de hectáreas de bosque necesarias para la ampliación.
Esta expansión tiene como objetivo duplicar la productividad de la fábrica y permitir a Tesla producir hasta un millón de vehículos al año. Actualmente, la gigafactoría de Gruenheide es responsable de la producción de una gran parte de los Tesla Model Y que son exportados a diversas partes del mundo.
Tesla tiene planes de mejorar la logística de la planta, que incluye la construcción de una estación de tren, y aumentar la producción de baterías hasta 100 gigavatios por hora. Esto reforzaría la posición de Tesla como líder indiscutible en el mercado europeo de vehículos eléctricos (EV), a pesar de la ralentización en el crecimiento de las ventas de eléctricos en el primer cuatrimestre de 2024 en Europa.
Sin embargo, la expansión de la planta ha provocado una serie de protestas y controversias. Un grupo de activistas medioambientales ha acusado a Tesla de poner en peligro el suministro de agua de la región y destruir grandes áreas de bosque. Además, un evento reciente ha intensificado las tensiones entre la compañía y los grupos ambientalistas. El pasado 10 de mayo, unos 800 activistas invadieron los terrenos de la fábrica con el objetivo de boicotear la producción.
A pesar de la aprobación del consejo local, Tesla aún necesita obtener permisos medioambientales antes de poder proceder con sus planes de expansión. Los manifestantes argumentan que Tesla, a pesar de producir coches eléctricos, está beneficiando principalmente al sector automovilístico en lugar de al medio ambiente.
Los residentes locales también han expresado su oposición a los planes de expansión. En febrero, los residentes de Gruenheide votaron en contra de la expansión. Sin embargo, en respuesta a estas preocupaciones, Tesla ha hecho algunas concesiones.
En lugar de talar el doble de hectáreas de bosque como se planeaba originalmente, Tesla se ha comprometido a talar solo 47 hectáreas. Sin embargo, esta decisión no ha aplacado a los activistas, que continúan oponiéndose a la expansión de la planta.
La controversia en torno a la expansión de la gigafactoría de Tesla en Gruenheide ilustra las tensiones entre el desarrollo industrial y la protección del medio ambiente. A medida que la demanda de vehículos eléctricos sigue creciendo, las empresas como Tesla se enfrentan al desafío de aumentar la producción sin causar un daño irreparable al medio ambiente.
En resumen, Tesla ha obtenido la aprobación para expandir su gigafactoría en Gruenheide, Berlín, con la esperanza de duplicar su productividad y producir hasta un millón de coches al año. Sin embargo, la decisión ha sido controvertida, con activistas medioambientales y residentes locales oponiéndose a los planes de la compañía. Aunque Tesla ha hecho algunas concesiones, la lucha entre el desarrollo industrial y la protección del medio ambiente continúa.