El mundo del automovilismo se encuentra en una transición fascinante hacia la sostenibilidad. El presidente del Automobile Club de l’Ouest, Pierre Fillon, recientemente expresó su confianza en que varios fabricantes implicados en el WEC (Campeonato Mundial de Resistencia) adoptarán el hidrógeno como combustible, una medida que sería un gran paso hacia el objetivo de lograr un combustible neutro en carbono.
Fillon espera que para la edición de 2028 de las 24 Horas de Le Mans, uno de los eventos de automovilismo más prestigiosos y exigentes del mundo, al menos un prototipo propulsado por hidrógeno esté presente en la parrilla. Esto, en teoría, animaría a una mayor participación para 2029, con la presencia de tres o más vehículos de este tipo.
Aunque hay algunas dudas debido a la aparente lentitud en la implementación de esta tecnología, Fillon asegura que las reglas para los coches de hidrógeno estarán listas a más tardar en 2027. Con estas reglas en su lugar, un coche impulsado por hidrógeno será equiparable a un Hypercar que utilice otro tipo de combustible.
El objetivo es que los prototipos impulsados por hidrógeno se integren a la clase Hypercar. Sin embargo, la demora en la publicación de un reglamento técnico está pausando los programas de aquellos fabricantes que tienen al hidrógeno como combustible para su siguiente generación de coches deportivos.
Toyota, por ejemplo, ya presentó el GR HY Concept el año pasado y permanece a la espera de lo que se puede hacer con ese prototipo en Le Mans. Alpine se encuentra en una situación similar con su concepto Alpenglow Hy4, que ya es funcional y realiza exhibiciones.
Según Fillon, al menos ocho fabricantes han mostrado interés en el hidrógeno y han intervenido en las reuniones que organiza la FIA para diseñar las reglas técnicas. Entre los interesados estarían los que actualmente compiten en la clase principal de las categorías de resistencia, aunque la tecnología involucrada varía de un fabricante a otro.
Toyota, por ejemplo, utiliza un motor convencional adaptado para funcionar con hidrógeno líquido, mientras que el H24EVO, el prototipo del ACO, emplea celdas de combustible de hidrógeno de tercera generación.
Mientras tanto, se esperan más pruebas de esta nueva generación de prototipos, ya sea en exhibiciones en circuitos o en ciertas categorías como la European Le Mans Series. Allí se podrá comparar el rendimiento y las prestaciones con los actuales LMP2 y así tener una idea más clara de las expectativas que conlleva esta nueva tecnología.
Fillon dijo: «Será una tecnología nueva y pueden pasar uno o dos años antes de que sea totalmente competitiva, pero las regulaciones están diseñadas para permitir que gane un coche de hidrógeno. Hemos estado trabajando con el hidrógeno desde 2018 y el interés de los fabricantes es real. Al principio estábamos un poco solos en nuestras ideas, pero ahora hay impulso.»
Esta transición hacia el hidrógeno en el automovilismo es un ejemplo más de cómo la industria automotriz en general está cambiando para adoptar tecnologías más limpias y sostenibles. Con grandes fabricantes y competiciones importantes como Le Mans apoyando esta transición, parece que los días de los coches propulsados únicamente por combustibles fósiles están contados.