La IndyCar, la competición automovilística de monoplazas más importante de Estados Unidos, ha confirmado que iniciará el ciclo de los motores híbridos en su serie el fin de semana comprendido entre el 5 y el 7 de julio en el circuito de Mid Ohio. Esta novedad, que corresponde a la novena cita del calendario, llega después de varias demoras ocasionadas por distintos motivos, siendo el principal la necesidad de que la categoría se actualice en cuanto a motores.
Jay Frye, presidente de la IndyCar, ha declarado que, tras más de 23 mil millas de pruebas, considera que es el momento propicio para introducir la nueva tecnología. Esta decisión ha sido tomada teniendo en cuenta tanto el rendimiento de los vehículos como la necesidad de mantenerse al día con las tendencias de la industria automotriz global, en la que los motores híbridos están ganando cada vez más terreno.
Frye explicó que la hibridación en este caso consiste en la intervención de condensadores instalados dentro de la campana, entre el motor de combustión y la caja de cambios. Estos condensadores descargarán su energía y luego serán recargados a través de un generador afiliado al embrague. De esta manera, cada piloto podrá regenerar electricidad mediante el frenado o incluso mediante una leva ubicada en el volante.
Aunque la descripción del sistema puede parecer sencilla, la implementación de la misma ha presentado algunos desafíos. La escasez de componentes, la implementación de una novedosa gestión electrónica y los cambios en el diseño interno de los monoplazas han originado retrasos en la puesta en marcha de este proyecto.
Además, tanto el chasis como los motores de los vehículos no son de última generación, lo cual ha añadido complicaciones al proceso. Sin embargo, a pesar de los obstáculos, la organización ha logrado avanzar en la implementación de la tecnología híbrida en sus vehículos.
Durante las pruebas también se evaluó la compatibilidad del sistema híbrido con el Push to Pass que se utiliza actualmente. Este sistema permite a los pilotos aumentar temporalmente la potencia del motor para facilitar los adelantamientos. La incorporación de los dispositivos necesarios para la implementación del sistema híbrido en los monoplazas representó otro desafío, ya que se instalaron piezas adicionales que de alguna forma influyen en el equilibrio de los coches.
Se espera que el nuevo motor híbrido produzca alrededor de 800 caballos de potencia, cifra que puede aumentar cuando se introduzcan las actualizaciones según la organización así lo crea pertinente. Este incremento de potencia podría cambiar de manera significativa la dinámica de las carreras, añadiendo un factor extra de emoción y competitividad a las mismas.
En palabras de Jay Frye: «La asociación inexplorada entre Chevrolet y Honda ha impulsado este proyecto innovador. La unidad de potencia híbrida en la IndyCar aportará un elemento nuevo con potencia adicional y más opciones de adelantamiento. No podemos esperar a ver el comienzo de esta nueva era en Mid-Ohio.»
Esta decisión de la IndyCar representa un paso importante en el avance hacia una industria automovilística más sostenible. Al adoptar la tecnología híbrida, la competición está demostrando su compromiso con la innovación y la protección del medio ambiente. Es un paso audaz hacia el futuro, y todos los ojos estarán puestos en Mid-Ohio el próximo julio para ver cómo se desarrolla este emocionante nuevo capítulo en la historia de la IndyCar.