Las redes sociales han sido siempre un terreno fértil para la creatividad, pero también para los engaños. En China, una nueva forma de suplantación de identidad ha surgido recientemente, en la que los estafadores utilizan la inteligencia artificial (IA) para crear avatares falsos de jóvenes rusas que alaban a China en perfecto mandarín. Una de las víctimas más recientes de esta estafa es Olga Loiek, una estudiante ucraniana de 20 años que reside en los Estados Unidos.
Olga, que estudia Ciencias Cognitivas y del Comportamiento en la Universidad de Pensilvania, descubrió que su identidad había sido robada cuando sus seguidores de YouTube le informaron que habían visto videos falsos de ella en redes sociales chinas como Douyin y Bilibili. En estos videos, Olga, o más bien, su avatar falso, alababa la grandeza de China y expresaba su deseo de conocer a hombres chinos.
Para añadir insulto a la injuria, los estafadores también alteraron la voz de Olga utilizando un programa de IA, haciéndola hablar en mandarín, un idioma que la verdadera Olga no habla. Los videos falsos presentaban a Olga, o a sus alias Natasha, Anna y Grace, haciendo afirmaciones que ella nunca había hecho, como que los hombres chinos son más atractivos y trabajadores que los rusos.
El propósito de estos videos falsos no era simplemente engañar a los espectadores, sino también generar ingresos. Los avatares de Olga a menudo alentaban a los espectadores a hacer clic en enlaces que llevaban a tiendas online donde se vendían productos supuestamente fabricados en Rusia.
Esta estafa, conocida en China como la «estafa de los falsos influencers rusos», ha estado en auge desde la invasión rusa de Ucrania. Los estafadores se aprovechan del nacionalismo chino para vender sus productos, utilizando avatares digitales y la generación de voz creados por el programa de HeyGen, una empresa de Inteligencia Artificial con sede en Los Ángeles que se lanzó en China en 2020.
Además de Olga, otros perfiles falsos han proliferado en las redes sociales chinas. Un caso notable es el de Russian Nana, una supuesta joven rusa que vivía en la provincia china de Hubei. Al igual que los avatares de Olga, Russian Nana se dirigía principalmente a hombres chinos y vendía productos rusos a sus casi dos millones de seguidores. Su cuenta fue finalmente suspendida por Douyin por utilizar filtros falsos para crear el rostro de una persona que no existía en la vida real.
El software deepfake, que utiliza IA para reproducir o clonar la cara y la voz de una persona a partir de imágenes y videos reales, ha sido utilizado en numerosas estafas similares. Las autoridades chinas advirtieron recientemente sobre la creciente amenaza de la IA deepfake después de que una empresa en Hong Kong perdiera 200 millones de dólares hongkoneses (alrededor de 24 millones de euros) en una estafa en la que los estafadores superpusieron los rostros de personas reales en secuencias de video durante una videoconferencia.
En resumen, la suplantación de identidad en las redes sociales es un problema grave y en constante evolución. Con la ayuda de la tecnología de IA, los estafadores pueden crear avatares digitales increíblemente realistas y manipular las voces para engañar a los espectadores y obtener ganancias. Es vital que los usuarios de las redes sociales estén alerta y sean conscientes de estas posibles estafas para protegerse a sí mismos y a sus identidades en el mundo digital.