En un reciente desarrollo, el diputado Mulet de la Federación Regionalista Verde Social ha solicitado una comisión para investigar a dos prominentes empresas del mercado de los gases industriales en Chile, Linde e Indura. Ambas empresas son subsidiarias de corporaciones multinacionales y juntas, controlan el 70% del mercado de gases industriales en el país.
El llamado a la investigación de Mulet se produce en paralelo a la denuncia interpuesta por la Fiscalía Nacional Económica (FNE), que se presentó el pasado 29 de abril ante el Tribunal de la Libre Competencia. Este doble golpe legal a las empresas en cuestión proviene de alegaciones de colusión, que se dice haber ocurrido entre fines de 2019 y 2021.
La colusión entre Linde e Indura no solo es problemática por su supuesta ocurrencia, sino también por el contexto en el que ocurrió. Se dice que las dos empresas se coludieron en medio de la crisis de la pandemia del coronavirus, una circunstancia que podría ser considerada como un factor agravante ante un tribunal.
Las pruebas de esta supuesta colusión provienen de intervenciones telefónicas a los gerentes generales de ambas empresas, las cuales sugieren la existencia de un “acuerdo de no agresión”. Según este acuerdo, ambas empresas se abstuvieron de competir por nuevos clientes, se asignaron cuotas de mercado y acordaron cuándo competir o no en ciertas licitaciones.
Además de ser líderes en el mercado de gases industriales, los gases producidos por Linde e Indura son necesarios en una variedad de sectores. Estos incluyen las faenas mineras, forestales, de construcción y mineras. Por lo tanto, cualquier colusión entre estas empresas podría tener un impacto significativo en una serie de industrias en todo el país.
Las alegaciones de colusión entre Linde e Indura no son las primeras de su tipo este año. Anteriormente en 2021, ya se había denunciado en la Cámara de Diputados un posible oligopolio de las empresas de oxígeno que afectaba a la red de hospitales del país.
La comisión solicitada por Mulet tiene como objetivo investigar estas reclamaciones y proponer mejoras a la normativa de transparencia y compras públicas. Para esto, la comisión tendrá un plazo de 60 días.
Este caso representa un potencial golpe a la industria de los gases industriales en Chile, y podría tener implicaciones significativas para una serie de sectores que dependen de estos gases para su funcionamiento. A medida que la comisión comienza su investigación y la FNE continúa con su denuncia, es probable que este caso tenga un escrutinio público y legal significativo en los próximos meses.
En medio de la crisis actual de la pandemia del coronavirus, una colusión como esta podría ser vista no solo como un acto de mala conducta corporativa, sino también como un acto de insensibilidad ante una crisis de salud pública. El hecho de que estas empresas controlen una parte tan significativa del mercado de gases industriales solo sirve para agravar la gravedad de las acusaciones.
En este contexto, es crucial que se lleve a cabo una investigación completa y exhaustiva. La comisión solicitada por Mulet y la denuncia presentada por la FNE representan pasos importantes en esta dirección. Sin embargo, solo el tiempo dirá cuáles serán las implicaciones finales para Linde, Indura y el mercado de gases industriales en general en Chile.