El día lunes 13 de mayo de 2024, la isla de Sumatra en Indonesia, al oeste del país, fue víctima de un desastre natural de grandes proporciones. Las inundaciones y flujos de lava fría de un volcán en la isla dejaron un saldo de al menos 41 personas muertas y 17 desaparecidas, según un nuevo balance comunicado por la agencia local de desastres.
Las víctimas mortales, que inicialmente se reportaron como 37, aumentaron a 41, tal como lo confirmó Ilham Wahab, funcionario de la agencia de mitigación de catástrofes de Sumatra Occidental. Los socorristas continúan en la búsqueda de 17 personas desaparecidas, tres de ellas en el distrito de Agam y 14 en Tanah Datar, las zonas más afectadas por las inundaciones donde habitan cientos de miles de personas.
El desastre fue causado por lluvias torrenciales que provocaron que grandes rocas volcánicas y lava fría rodaran por uno de los volcanes más activos de Indonesia durante la noche del sábado. La lava fría, compuesta por cenizas, arena y rocas, es un magma formado por las diversas materias que componen las paredes de un volcán. Bajo los efectos de la lluvia, estos componentes pueden mezclarse y fluir a lo largo del cráter, inundando carreteras, viviendas y mezquitas, tal como ocurrió en este caso.
Ilham Wahab no pudo confirmar el número exacto de evacuados debido a que las autoridades habían sugerido a la población a buscar refugio en las casas de sus familiares, consideradas más seguras que los refugios de campaña en caso de lluvias torrenciales. No obstante, el gobierno local abrió centros de evacuación y puestos de atención de emergencia en varias zonas de los dos distritos más afectados.
Los esfuerzos de las autoridades se centran en dos frentes: por un lado, la búsqueda y rescate de las víctimas y, por el otro, la protección de los evacuados, en especial de las personas más vulnerables. En estas labores participan rescatistas locales, policías, militares y voluntarios.
La agencia nacional de mitigación de desastres informó que 84 casas, 16 puentes y dos mezquitas resultaron dañados en Tanah Datar, así como 20 hectáreas de campos de arroz. Rina Devina, una ama de casa residente de la zona, describió cómo escuchó un trueno y un ruido parecido al del agua hirviendo, el sonido de grandes piedras cayendo. Tres de sus vecinos murieron en el desastre.
Indonesia, por su ubicación geográfica, es propensa a sufrir deslizamientos de tierra e inundaciones durante la temporada de lluvias. En 2022, unas 24.000 personas fueron evacuadas y dos niños murieron en inundaciones similares en la isla de Sumatra. Este reciente desastre es un sombrío recordatorio de la vulnerabilidad de la región frente a los fenómenos naturales y de la importancia de contar con medidas de prevención y respuesta efectivas.