El miércoles pasado, el Hospital de la Amistad Turco-Palestina, el único centro de salud en Gaza que proporciona tratamiento a los enfermos de cáncer, cesó sus operaciones, según informaron las autoridades palestinas.
El director del Hospital de la Amistad Turco-Palestina, Subhi Skaik, comunicó en una conferencia de prensa que el hospital especializado en el tratamiento de pacientes con cáncer se había quedado sin servicio. Skaik instó al mundo a no permitir que los pacientes con cáncer sufran una muerte segura.
La ministra de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mai al-Kaila, confirmó en un comunicado que el hospital había dejado de funcionar como resultado de los bombardeos de las fuerzas de ocupación de Israel en los días anteriores y después de quedarse sin combustible por completo.
«Las vidas de 70 pacientes con cáncer en el hospital están seriamente amenazadas», advirtió la ministra y enfatizó las «condiciones de salud catastróficas» de al menos 2,000 pacientes con cáncer en la Franja de Gaza. Desde que Israel inició la guerra hace 26 días, más de 8,800 palestinos han muerto.
Con la inoperancia del hospital turco, el número total de hospitales que no están funcionando actualmente en la Franja de Gaza ha aumentado a 16 de un total de 35 en el enclave palestino.
Según el comunicado de Al-Kaila, el centro médico Al Shifa, el hospital más grande de Gaza, «dejará de funcionar en menos de 24 horas».
Ashraf Al-Qudra, el portavoz del Ministerio de Salud en Gaza, subrayó la necesidad urgente de una intervención de la comunidad internacional para salvar las vidas de quienes se encuentran en los hospitales. Afirmó que los hospitales Al Shifa y el de Indonesia, están a solo unas horas de detener los principales generadores.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) también ha instado a detener los bombardeos, destacando que la interrupción de las operaciones hospitalarias pone en grave riesgo la vida de miles de civiles palestinos, incluyendo niños y mujeres.
«Este es un momento de vida o muerte para miles de personas si los hospitales dejan de funcionar. Si no reciben el tratamiento que necesitan, es una sentencia de muerte para ellos», afirmó Tarik Jasarevic de la OMS.
La Franja de Gaza, además de ser objetivo de incesantes ataques aéreos israelíes indiscriminados, como el que apuntó al hospital Al-Ahli que dejó más de 500 muertos, está sujeta a un férreo cerco israelí que veta casi por completo la entrada de comida, agua, combustible o medicinas al enclave.
Este miércoles, por primera vez desde el inicio del conflicto el 7 de octubre, el cruce de Rafah se abrió parcialmente para la salida de unos 80 heridos de Gaza y unas 400 personas con ciudadanía extranjera atrapadas en la Franja.