En el camino hacia un futuro más verde y sostenible, el hidrógeno se ha destacado como uno de los principales combustibles que pueden reemplazar a los combustibles fósiles. Este combustible, que no emite gases de efecto invernadero durante su combustión, tiene el potencial de ayudarnos a lograr la descarbonización de nuestro planeta. Sin embargo, su alto costo ha sido un obstáculo importante para su adopción generalizada. Afortunadamente, la Comisión Europea ha tomado medidas para abordar este problema y hacer que el hidrógeno verde sea más asequible.
La Comisión Europea está trabajando para hacer que el hidrógeno verde no solo sea más asequible, sino también más competitivo. Y lo está haciendo a través del Banco Europeo del Hidrógeno (EHB). Como parte de sus iniciativas, ha decidido reducir el precio máximo de la segunda subasta de hidrógeno programada para este año a 3,5 euros por kilogramo en vez de los 4,50 euros por kilogramo anteriores.
Además, se ha acortado el plazo para que los proyectos entren en funcionamiento. Ahora, los proyectos deben estar en funcionamiento tres años después de firmar el acuerdo de subvención, en lugar de los cinco años iniciales.
Pero, ¿por qué es tan importante reducir el precio del hidrógeno? La respuesta radica en el proceso de producción del hidrógeno. Este no es un combustible que se extrae de la naturaleza, sino que se fabrica. Y este proceso de fabricación es costoso. Para obtener hidrógeno, se necesita realizar una electrólisis, y esto requiere mucha electricidad, lo que eleva los costes de producción.
Al reducir el precio del hidrógeno, la Comisión Europea tiene como objetivo hacer que este combustible sea más viable y que pueda competir con los combustibles fósiles. Esto sería de gran ayuda para las empresas que buscan reducir sus emisiones de carbono.
Recordemos que la quema de hidrógeno no libera gases contaminantes. La única emisión de la quema de hidrógeno es agua. Esto significa que no contamina el medio ambiente ni deja residuos en el aire, lo que lo convierte en un combustible muy atractivo para su uso.
Además, el hecho de que el hidrógeno sea más asequible abre nuevas oportunidades para los coches de pila de combustible. Los fabricantes de automóviles no van a fabricar coches que usen un combustible demasiado caro, ya que eso disuadiría a los posibles compradores. Así, la reducción en el precio del hidrógeno podría alentar a más fabricantes a producir vehículos de pila de combustible.
De hecho, una reducción en el precio del hidrógeno podría llevar a un aumento en el número de hidrogeneras disponibles para repostar. Actualmente, hay muy pocas hidrogeneras en España, y una mayor disponibilidad de estas estaciones de combustible de hidrógeno es esencial para la adopción generalizada de vehículos de pila de combustible.
Esta nueva reducción podría alentar a las marcas de coches a fabricar más coches con pila de combustible y daría una nueva vida a coches como el Honda HR-V o el Toyota Mirai y a todos los nuevos modelos que están por llegar. En resumen, esta iniciativa de la Comisión Europea es un paso importante hacia un futuro de transporte más limpio y sostenible.