Los fenómenos astronómicos siempre han sido motivo de fascinación y asombro para la humanidad, y este fin de semana no es la excepción. Un suceso extraordinario y poco común está deslumbrando al mundo a causa de intensas tormentas solares que están afectando a la Tierra. Este fenómeno ha llevado a algunas personas a hacer comparaciones con el histórico evento Carrington, que causó estragos en las telecomunicaciones del siglo XIX.
La actual tormenta solar geomagnética, que se genera por eyecciones de masa coronal del Sol, ha estado en proceso durante algunos días. Sin embargo, el viernes pasado, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) la elevó a una categoría extrema de G5. Esta categoría es la más alta en la escala y representa una amenaza para las redes eléctricas y de comunicaciones.
Este fenómeno provocó que al entrar en contacto con el campo magnético de la Tierra, se produjeran auroras boreales y australes en zonas donde no son comunes, como en Italia, España y Punta Arenas. Particularmente en Punta Arenas, estas luces del cielo no se habían visto desde hace 165 años.
De hecho, la última vez que se observaron auroras australes en el sur de Chile fue en 1859, un año que coincide con la ocurrencia del evento Carrington. Durante este evento, el astrónomo inglés Richard Carrington observó una explosión de luz blanca en la superficie del Sol. Al día siguiente, una tormenta solar llegó a la tierra provocando graves incidentes en las telecomunicaciones de la época.
Las consecuencias de este evento fueron globales. Las líneas de telégrafo colapsaron en Estados Unidos y Europa, y permanecieron fuera de servicio durante 14 horas. Cuando se restableció la comunicación, se pudo enviar mensajes a larga distancia producto de la sobrecarga energética de la atmósfera.
Pero quizás, lo más impresionante de este evento fueron las auroras. El Times de Londres reportó que las ondas luminosas presentes en el cielo tenían un brillo suficiente para proyectar una sombra perceptible en el suelo. De hecho, la luz proyectada por las auroras era tan intensa que los ciudadanos podían leer el diario a la medianoche.
Además de ser visibles en el hemisferio norte, las auroras del evento Carrington también se vieron a simple vista en lugares impensados de Chile. Según los archivos del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile, el fenómeno pudo apreciarse en Concepción y Santiago.
Por su parte, los meteorólogos espaciales de la NOAA han observado al menos siete emisiones de masa coronal del Sol. Se espera que los impactos de estas emisiones lleguen a la Tierra entre el viernes 10 de mayo y persistan hasta el domingo 12 de mayo de 2024.
Mientras que la observación de estas impresionantes auroras puede ser un espectáculo visual fascinante, es importante recordar que las tormentas solares también pueden tener efectos significativos en nuestra infraestructura tecnológica. Como tal, los científicos y las autoridades continúan monitoreando de cerca estas actividades solares para prevenir y minimizar cualquier posible interrupción.
