Introducción a TikTok
Allá por 2019, serenos tiempos prepandémicos, se decía que nadie con edad de votar podría entender TikTok. Incluso su creador, Zhang Yimin, entonces de 36 años —a los 41 se convertiría en el hombre más rico de China—, reconocía que no sabía usarla, que era “muy mayor”, según declaró al diario South China Morning Post.
Evolución de TikTok
Cinco años después, TikTok es mucho más que territorio comanche adolescente, lo ha cambiado todo en la cultura de Internet y se ha convertido en un artefacto digital copiado y odiado a partes iguales. El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha avalado su cierre en ese país a partir de esta madrugada alegando razones de seguridad nacional, y la compañía confirmó que se apagaba este domingo, dejando a 170 millones de usuarios sumidos en el más oscuro aburrimiento y la más cruel de las soledades.
El Algoritmo de TikTok
Una radiografía de TikTok sería útil para explicar su impacto en la vida digital y en los modos y maneras de consumir y crear contenido en Internet. Sus fieles —podríamos llamarlos adictos en muchos casos— solo necesitaban 35 minutos de exposición al algoritmo para quedar cautivados –también podríamos decir enganchados a sus rápidos chutes dopaminérgicos. Lo sabemos gracias a unos documentos internos de TikTok revelados por la cadena de radio NPR. Ese nivel de engagement no se había visto nunca en Internet. Ni Marck Zuckerberg en sus mejores tiempos lo hubiera imaginado. Así que la primera novedad de TikTok es su algoritmo enloquecido y personalizado al extremo de que algunos usuarios sienten que la plataforma les lee el pensamiento.
TikTok y la Experiencia del Usuario
TikTok no necesita nada de usted para trazar un perfil afinadísimo de sus gustos que le mantenga pegado a la pantalla. No necesita como otras redes sociales que se defina, solo necesita que usted respire, esté vivo y abra la aplicación. La primera vez le mostrará un vídeo único en bucle infinito y empezará a medir sus reacciones: un segundo de visualización indica interés, un golpe en la pantalla, deseo. El algoritmo va trazando el perfil del usuario, no a partir de sus elecciones sino de su comportamiento, unas reacciones que son muchas veces inconscientes y que permiten crear un feed de contenido irresistible. Se llama For you (Para ti, en español) y tiene detrás un sofisticado motor de aprendizaje automático (machine learning) que los ingenieros de Byte Dance describen como “computación sublineal compleja”, pero para los tiktokers la experiencia no puede ser más sencilla y placentera: abrir aplicación, ver un vídeo, relajarse y consumir pasivamente hasta el infinito. Literalmente no tienen que hacer nada más. El poder adictivo del algoritmo está tan aceptado que se ha convertido en una categoría de contenido con vídeos agrupados bajo el hashtag #tiktokaddict que acumula cerca de 600 millones de visionados.
Impacto de TikTok en la Cultura Digital
De repente, el resto de Internet empezó a parecer antiguo y aburrido. TikTok ha acelerado los tiempos digitales con un formato visual de vídeos cortos que marca la modernidad de Internet a partir de 2020. Su éxito arrollador ha obligado a todos a copiar el formato (Instagram lanzó Reels en agosto de 2020 y YouTube, Shorts, un mes después). No hacerlo es el modo más rápido de envejecer en Internet. No hay que tener una cuenta en TikTok para estar condicionado por su cultura visual y acelerada, pues su contenido se replica en otras plataformas en idéntico formato. Suele decirse que consumir Reels de Instagram es como ver TikTok con dos semanas de retraso. La sed inagotable de vídeos cortos ha alterado también el modo de consumir contenidos en la prensa tradicional y en la televisión. Ahora los programas y las series se consumen en clips cortos, ráfagas de contenido. Chutes rápidos y consecutivos de dopamina generados por la velocidad y la promesa continua de acción y novedad que han acortado nuestros ciclos de atención y también la duración de los capítulos de algunas series de Netflix que ahora no pasan de los 20 minutos. Y eso ya nos parece larguísimo.
Democratización del Contenido
Al priorizar la novedad y el descubrimiento, el poderoso algoritmo de TikTok otorga visibilidad a creadores que apenas han alcanzado estatus en la plataforma. Es decir, un creador puede tocar el Olimpo de la viralidad en 30 segundos, aunque tenga pocos seguidores. Algo imposible de conseguir en Instagram y YouTube. Y, aunque también es cierto que no es la plataforma que mejor paga, esa generosidad del algoritmo engancha. En TikTok no hay que ser famoso, es TikTok quien te hará famoso. “La estructura algorítmica de TikTok ha nivelado y democratizado el campo de juego frente a un Instagram saneado que solo privilegia a los creadores más prominentes”, dijo a la BBC Jess Rauchberg, profesora de la Universidad de Seton Hill en New Jersey y experta en economía de la creación digital.
Creatividad y Herramientas de Edición
TikTok ha convertido el vídeo en el plato fuerte de Internet y ha desatado la creatividad global de creadores establecidos y novatos diseñando herramientas de edición sofisticadas pero de uso sencillo, y plantillas que cualquiera puede replicar. El resultado es un contenido pulido, de factura relativamente sencilla, que ha expandido el horizonte de los creadores que no se consideraban ni siquiera artistas audiovisuales. Un bucle infinito de contenido atractivo sin mover un dedo (o solo uno, el que se desplaza por la pantalla).
La Experiencia del Usuario en TikTok
En TikTok, ya lo hemos dicho, uno no ha venido a esforzarse. Para algunos expertos, uno de sus grandes méritos es que ha eliminado un síndrome que venía lastrando Internet, la fatiga por decisión. En TikTok se abre la app e inmediatamente dispone de un bucle de contenidos sin tomar ninguna decisión. Ese descanso es muy atractivo. Los vídeos cortos e ingeniosos aparecen delante de nuestros ojos en un flujo vertical interminable, un scroll infinito que provoca un estado muy cercano a la felicidad. Un estudio de la Universidad Baylor en Waco reveló que la experiencia de los tiktokers produce “elevados niveles de flujo y distorsión temporal”, un estado que suele observarse cuando uno está absorto en una tarea que le proporciona placer y bienestar. Cuando, desde fuera, vemos a alguien usar TikTok, observamos esa actitud absorta, pero justo es ese ensimismamiento lo que revela la eficacia del sistema de recompensa fortuita que está en el ADN de TikTok. Con cada scroll podría llegar algo mejor. O no. No lo sabemos, pero es la incertidumbre y la eterna promesa de novedad lo que no nos deja parar.
artículo original de: https://elpais.com/tecnologia/2025-01-19/tiktok-la-compania-que-cambio-la-cultura-de-internet.html