Esa juventud hace que, como señala el doctor Miguel Casares, responsable de la unidad de Radiología Vascular e Intervencionista de Juaneda Hospitales, esta disciplina “aún sea muy desconocida socialmente”. No ocurre lo mismo con los profesionales médicos. “Nuestros compañeros conocen y aprecian nuestro trabajo. Hoy en día estamos completamente integrados en comités médicos de tumores, urgencias, desarrollo de protocolos de infarto cerebral o trombosis pulmonar, entre otros”, explica Casares.
Según el portavoz de la Sociedad Española de Radiología Vascular e Intervencionista (SERVEI), la RVI está creciendo “de forma exponencial” y llega cada vez a más pacientes. “Esto se debe por un lado al desarrollo de nuevos procedimientos que aportan cada vez más al paciente y, por otro, a que hemos pasado de trabajar de puertas hacia dentro, recibiendo pacientes remitidos por otros médicos, a estar directamente accesibles para los pacientes en nuestra consulta”, sostiene el experto.
Medicina de precisión
Como define el doctor Miguel Casares, la radiología vascular e intervencionista es, sobre todo, medicina de precisión. “La realización de cirugías mínimamente invasivas guiadas por imagen nos permite ser a nivel médico una especie de Navy Seals. Llegamos donde nadie puede, solucionamos el problema cuando todo parece perdido y sin daño colateral”, argumenta.
Esos tratamientos mínimamente invasivos guiados por imagen, según Casares, se traducen en “múltiples beneficios”, tanto para los pacientes como para el sistema sanitario. En el caso de los pacientes, por ejemplo, se trata de intervenciones sin cicatrices, con menor dolor postoperatorio, menores tasas de complicaciones y con menor tiempo de baja y estancia hospitalaria.
El sistema sanitario, por su parte, se beneficia en paralelo: “Menos complicaciones se traducen en menos consultas y pruebas complementarias; las estancias hospitalarias más cortas son más camas disponibles. Y todo esto reduce el gasto sanitario y la saturación del sistema. Y esto no es algo que digamos nosotros, está demostrado en numerosos estudios internacionales”.
Desarrollo sin límites
El portavoz de la SERVEI, por último, augura un desarrollo “sin límites” de la especialidad, debido a los numerosos avances tecnológicos y de investigación que se están produciendo en el campo. “La inteligencia artificial nos está ayudando a diagnosticar mejor y, sobre todo, a planificar nuestro tratamiento para ser más precisos, navegar por el cuerpo y actuar sólo dónde queremos, sin lesionar nada más”, ejemplifica Casares.
Estos avances, añade el experto, están permitiendo ya tratar desde la RVI tumores antes inaccesibles, posicionando varias agujas con precisión milimétrica. “Creo que en los próximos años la radiología intervencionista va a cambiar nuestra perspectiva sobre muchos cánceres”, concluye Casares.
artículo original de: https://www.saludadiario.es/profesionales/radiologia-vascular-intervencionista-un-futuro-sin-limites/