El Espíritu Único del Rally Dakar

Si algo hace completamente único al Rally Dakar es que no sólo participan en él estructuras monstruosas que son capaces de poner al día siguiente prácticamente un coche completamente nuevo y revisado gracias al gran trabajo de los mecánicos. La competición se ha hecho precisamente icónica gracias al espíritu de superación, inventiva y capacidad de adaptación que tienen los competidores que deciden tomar parte del rally-raid más duro del planeta.

Historias de Superación

Son una lista interminable de historias la que nos deja cada edición, algunas de ellas no llegan a ver nunca la luz ni son contadas, otras dan para escribir prácticamente un libro entero contando cómo se ha conseguido salvar cada una de las etapas. Sin ir más lejos, hoy Ricardo Porém ha sido protagonista junto a su copiloto, Nuno Sousa, de una de las historias de la jornada después de que en el kilómetro 394, su Side-By-Side empezara a presentar problemas con la columna de dirección.

Ingenio y Resolución de Problemas

Después de confirmar que se encontraba rota, Nuno se puso a idear una solución para poder apañar una reparación de emergencia que les permitiera llegar a la carrera donde podrían contar con una pieza de recambio suministrada por la asistencia. Es el primer Dakar del navegante, el cual acompañó el año pasado a Ricardo en el vivac y le ayudó con las tareas de marketing digital, sin embargo, este ingeniero automotriz de formación ha demostrado tener capacidad para encontrar soluciones a problemas mecánicos complejos, especialmente sabiendo que ya tuvieron que abandonar la etapa 6 y que por tanto tras reengancharse vía Dakar Experience tienen las oportunidades contadas.

Ingenio en el Camino

Tocó tirar de las herramientas que portaban en el buggy de MMP para hacer una columna de dirección improvisada, la cual, ayudada por una llave ha permitido a Ricardo completar los kilómetros hasta la carretera más cercana para allí poder finalmente reparar y afrontar el largo trayecto de más de 200 kilómetros que quedaba hasta Riad. Quedan cuatro etapas y miles de historias todavía por contar.

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