En un anuncio que ha dejado un impacto profundo en la industria automotriz, se ha revelado que la producción de la última unidad del emblemático Chevrolet Malibu se realizará en noviembre de este año. Un vehículo que ha estado en producción durante nueve generaciones y que ha vendido más de diez millones de unidades, el Malibu es un verdadero ícono de la marca Chevrolet y de la cultura popular estadounidense.
El final de la producción del Chevrolet Malibu no solo simboliza el fin de esta icónica línea de automóviles, sino que también marca el fin de las berlinas para Chevrolet. Las líneas de producción que dejó el Malibu pronto serán ocupadas por la segunda generación del Chevrolet Bolt EV, un crossover eléctrico que promete redefinir el futuro de la marca.
El Chevrolet Malibu ha sido considerado una «berlina mediana» en el mercado estadounidense, un competidor directo de autos como el Toyota Camry y el Honda Accord. A pesar de la disminución del segmento, los vehículos más vendidos, incluyendo el Malibu, superan con creces las seis cifras en sus clasificaciones de ventas. Tan solo en 2023, se vendieron 130,000 unidades del Malibu en los Estados Unidos, un dato meritorio considerando que las ventas ya habían caído un 8.5% respecto a las de 2022.
El Chevrolet Malibu tuvo sus humildes inicios en 1964, como un acabado en la gama del Chevrolet Chevelle. Desde entonces, ha pasado por varias transformaciones y ha resistido las pruebas del tiempo para convertirse en uno de los vehículos más queridos de la marca.
El Chevrolet Malibu no es el coche más glamuroso del mercado, pero su demanda ha sido constante. Una porción importante de sus ventas iban directamente a flotas de empresas o de alquiler de coches. La generación actual del Chevrolet Malibu se presentó en 2015 y ya había recibido un lavado de cara. Este vehículo ha estado en las carreteras estadounidenses durante medio siglo y se han vendido casi 10 millones de unidades, un testamento a su carácter sencillo y asequible.
De forma interesante, su octava generación, una de las más atractivas de su era moderna, se vendió oficialmente en Europa. Durante los pocos años que estuvo a la venta en el viejo continente, muchos conductores tuvieron la oportunidad de experimentar el Malibu, equipado con un motor diésel, una necesidad para cualquier vehículo en Europa en la era anterior al Dieselgate de Volkswagen.
Sin embargo, la triste realidad es que el incombustible Chevrolet Malibu desaparece sin un sucesor a la vista. La planta de Fairfax en Kansas, EE.UU., donde se produce el Malibu, pasará a producir vehículos eléctricos.
La planta de Fairfax también produce el Cadillac XT4, pero su producción no finalizará. En cambio, se invertirá casi 400 millones de dólares para producir un crossover sobre la arquitectura eléctrica Ultium. Este esfuerzo representa uno de los mayores esfuerzos en descarbonización por parte de General Motors, que ha invertido miles de millones de dólares en la electrificación de su gama de productos. A pesar de estos esfuerzos, General Motors no ha logrado cumplir con su objetivo de ventas de vehículos eléctricos, vendiendo menos de 400,000 eléctricos entre 2022 y 2024. No obstante, ha anunciado el retorno de los híbridos enchufables a su gama.
El Chevrolet Malibu ha dejado un legado indiscutible en la industria automotriz. Aunque su producción finaliza, su impacto perdurará durante mucho tiempo.