Cuidados y limitaciones de prótesis de cadera

Prótesis de cadera: cuidados de por vida

Sin embargo, para asegurar que la prótesis sea funcional y duradera, es imprescindible adoptar una serie de cuidados que se mantendrán a lo largo de toda la vida.

Recuperación inicial tras la operación de prótesis de cadera

Tras una cirugía de reemplazo de cadera, los cuidados comienzan de inmediato. Este periodo inicial es crucial para una recuperación exitosa y sienta las bases para el mantenimiento de la prótesis.

  1. Fisioterapia desde el inicio
    La fisioterapia es esencial desde los primeros días tras la operación. Un programa de ejercicios supervisado no solo mejora la movilidad, sino que fortalece los músculos que soportan la prótesis.
  2. Prevención de infecciones
    Mantener el área quirúrgica limpia y seguir las indicaciones médicas para la administración de antibióticos es clave para prevenir infecciones.
  3. Restricciones de movimiento
    Durante las primeras semanas, es importante evitar flexionar la cadera más de 90°, cruzar las piernas o realizar movimientos bruscos que puedan comprometer la prótesis de la cadera.
  4. Apoyo en actividades diarias
    En las primeras semanas, puede ser necesario el uso de muletas o bastones para garantizar estabilidad. Además, contar con la ayuda de un familiar o cuidador puede facilitar tareas cotidianas como vestirse o ducharse.

Consejos para cuidados de una prótesis de cadera a largo plazo

Una vez superada la etapa inicial, los cuidados para una prótesis de cadera se enfocan en mantenerla en condiciones óptimas y prevenir complicaciones a lo largo de los años.

Mantener un peso saludable

El exceso de peso ejerce presión sobre la prótesis, acelerando su desgaste. Adoptar una dieta equilibrada y un estilo de vida activo es fundamental.

Evitar deportes de alto impacto

Actividades como correr o saltar pueden dañar la prótesis. En su lugar, se recomiendan ejercicios de bajo impacto como caminar, nadar o practicar yoga.

Citas médicas regulares

Asistir a revisiones periódicas con el cirujano ortopédico permite detectar posibles problemas de forma temprana, evitando complicaciones mayores.

Higiene y prevención de infecciones

Las infecciones, incluso años después de la cirugía, pueden afectar la prótesis. Informar a los médicos y dentistas sobre su presencia antes de procedimientos médicos es esencial.

Limitaciones y cuidados de una persona mayor con prótesis de cadera

El reemplazo de cadera es una intervención común en personas mayores que buscan recuperar movilidad y aliviar el dolor causado por fracturas o artrosis avanzada. Estas condiciones limitan la calidad de vida y pueden impedir la realización de actividades cotidianas básicas.

Sin embargo, las personas mayores enfrentan desafíos adicionales tras una cirugía de prótesis de cadera debido a la edad y posibles problemas de salud asociados, como la artrosis generalizada. Esto puede ralentizar la recuperación y requerir adaptaciones en los ejercicios de rehabilitación. En algunos casos, si el paciente necesita reemplazar ambas caderas, las cirugías se programan con suficiente tiempo entre ellas para garantizar una recuperación adecuada.

Una vez que la persona cuenta con una prótesis de cadera, es fundamental ser consciente de ciertas limitaciones y cuidados que deberán mantenerse de por vida:

  1. Deportes de alto impacto y movimientos bruscos pueden dañar la prótesis.
  2. Subir escaleras requiere atención especial, se debe iniciar con la pierna no operada para subir y con la operada para bajar.
  3. Posiciones extremas, como flexionar la cadera más de 90° o sentarse en asientos bajos, también deben evitarse.
  4. Descansar: es recomendable dormir boca arriba o, si no es posible, de lado, siempre sobre la cadera no operada y con una almohada entre las piernas para garantizar una buena postura
  5. Ducharse sentado: durante las primeras semanas, es preferible en una banqueta o utilizar ayudas como agarraderas para evitar accidentes. Con el tiempo, algunos pacientes pueden volver a ducharse de pie, siempre y cuando el suelo sea antideslizante y no haya obstáculos para entrar o salir.
  6. Los ejercicios de rehabilitación son esenciales, pero deben ser supervisados por un especialista, especialmente al inicio. Estos ejercicios ayudan a fortalecer los músculos y mejorar la movilidad, pero deben realizarse con la ayuda de un profesional para prevenir lesiones.

Aunque el objetivo es que el paciente recupere la capacidad de caminar sin apoyo, algunos mayores pueden necesitar un bastón ocasionalmente. Además, se deben tomar medidas en el hogar, como retirar alfombras y organizar los espacios para minimizar el riesgo de caídas, considerando la reducción natural de la agilidad con la edad.

A largo plazo, las personas mayores con prótesis de cadera deben adoptar hábitos que minimicen los riesgos y mantengan su independencia. Aunque las limitaciones pueden exigir abandonar algunos hábitos o adaptar rutinas, con los cuidados adecuados, la recuperación permite recuperar gran parte de la movilidad y mejorar significativamente la calidad de vida.

¿Cuándo se puede empezar a hacer vida normal tras una operación de cadera?

La recuperación después de una prótesis u otra operación de cadera varía entre pacientes, pero, en general, sigue una serie de fases que permiten retomar progresivamente las actividades diarias y, eventualmente, el deporte.

Es importante tener en cuenta que cada cuerpo responde de forma diferente a la cirugía, por lo que los tiempos pueden ajustarse según la evolución individual y las recomendaciones médicas pertinentes.

Tras la operación, los avances son visibles desde el primer día. Normalmente, los pacientes pueden caminar con muletas el mismo día o al siguiente, gracias a las técnicas quirúrgicas modernas que eliminan la necesidad de drenajes en la mayoría de los casos.

En un par de días, muchos pacientes son capaces de realizar tareas básicas de manera autónoma, aunque quienes son mayores o tienen limitaciones previas pueden requerir ayuda para actividades como vestirse o asearse.

Cuando llega la tercera semana, una vez retirados los puntos, la movilidad mejora significativamente, permitiendo una flexión de la cadera mucho mayor.

Al cabo de un mes, la mayoría de los pacientes puede comenzar a retomar actividades más complejas, como conducir, nadar o usar una bicicleta estática, siempre bajo supervisión médica.

A partir del tercer mes, la gran mayoría de los pacientes experimenta un estado casi normalizado, realizando las tareas diarias sin dificultad y retomando actividades deportivas ligeras. Normalmente, al medio año ya vuelve a tener su vida completamente normal.

Es fundamental entender que el proceso de recuperación depende de múltiples factores, como la técnica quirúrgica utilizada, la condición física previa y la participación activa del paciente en programas de fisioterapia.

artículo original de: https://www.saludadiario.es/vademecum/protesis-de-cadera-cuidados-de-por-vida/

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