La ministra de Medio Ambiente de Chile, Maisa Rojas, se vio obligada a postergar su participación en un seminario sobre agua, minería y agricultura en la Universidad Católica del Norte, debido a las condiciones climatológicas adversas que impidieron el despegue de su avión desde Santiago. La situación no fue exclusiva del vuelo de la ministra, ya que al menos tres vuelos más desde Santiago e Iquique también experimentaron alteraciones en su itinerario, con un vuelo cancelado y dos retrasados.
Matías James, gerente de operaciones de la sociedad concesionaria del Aeródromo La Florida en La Serena, explicó que estas cancelaciones y retrasos son más frecuentes en invierno debido a los factores climáticos. Según James, la causa principal de estas alteraciones es la baja visibilidad en la pista debido a la nubosidad. En estas circunstancias, es la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) la que toma la decisión de cerrar el aeropuerto o suspender las operaciones hasta que las condiciones de visibilidad sean seguras.
James destacó la importancia de la seguridad en la aviación en Chile, señalando que el país es uno de los más seguros para volar. Añadió que las aerolíneas deben reprogramar todo su itinerario, lo que puede provocar que los vuelos lleguen más tarde de lo previsto.
Con la entrada en vigor de la Ley Pro Consumidor, se han implementado una serie de derechos para los usuarios de transporte aéreo en Chile. Entre estos se encuentra el derecho a una compensación en caso de sobreventa de pasajes, que varía en función de la distancia del vuelo denegado y el retraso en llegar al destino.
Desde el SERNAC, se indica que estos derechos deben hacerse valer en casos de fuerza mayor, y que la aerolínea debe responder para dejar sin efecto el pasaje. Los pasajeros pueden solicitar la devolución del dinero del pasaje o acordar con la aerolínea continuar con el viaje a pesar de la demora. Además, pueden cambiar de aerolínea bajo las mismas condiciones contratadas o unas nuevas que se acuerden de común acuerdo.
James señaló que en casos de factores climáticos, las compensaciones que las aerolíneas entregan a los pasajeros se reducen, ya que estas circunstancias escapan de su gestión. Dijo que es distinto cuando la alteración del vuelo se debe a un mantenimiento, a la tripulación o a algo operacional, donde la aerolínea se hace cargo de todos los problemas.
En caso de pérdida o daño del equipaje durante un vuelo, los pasajeros deben dar aviso a la aerolínea inmediatamente o dentro de los primeros 7 días después de haber recibido las maletas. Si llevan artículos de valor, tienen derecho a hacer una declaración especial por el traslado de los bienes. En caso de daños o hurtos, las aerolíneas deben pagar indemnizaciones de hasta casi $1.393.000 si es un viaje nacional y hasta $1.170.000 si es un viaje internacional.
Finalmente, si un pasajero no sube al avión, la aerolínea debe devolver lo pagado por las tasas de embarque dentro de diez días. Cada uno de estos derechos y compensaciones está diseñado para garantizar que los pasajeros están protegidos y reciben un trato justo en situaciones que pueden ser frustrantes y problemáticas.