El calentamiento global está en camino de superar los objetivos acordados internacionalmente, y cientos de los principales científicos climáticos del mundo predicen un aumento de temperatura de al menos 2.5°C (4.5°F) por encima de los niveles preindustriales para este siglo. El medio inglés The Guardian, en una encuesta exclusiva, consultó a casi 400 autores de los principales informes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC). Los resultados fueron alarmantes: casi el 80% de los encuestados espera un aumento de al menos 2.5°C por encima de los niveles preindustriales.
Este nivel de calentamiento global se considera catastrófico y tendrá consecuencias devastadoras para la humanidad y el planeta. El IPCC es una organización de autoridad mundial en cuanto a la evaluación del cambio climático. Sus informes se han vuelto la principal referencia mundial para los gobiernos y los responsables de las políticas climáticas.
Lo que es aún más preocupante es que casi la mitad de los científicos encuestados anticipa un calentamiento global de al menos 3°C (5.4°F). Solo el 6% cree que se cumplirá el límite de 1.5°C (2.7°F) acordado internacionalmente. Este objetivo se estableció en el Acuerdo de París en 2015, con el fin de limitar los efectos más devastadores del cambio climático.
La falta de acción climática ha generado angustia personal en muchos de los científicos encuestados. Muchos vislumbran un futuro «semi-distópico» marcado por hambrunas, conflictos y migraciones masivas. Estos sucesos serán impulsados por olas de calor, incendios forestales, inundaciones y tormentas de una intensidad y frecuencia mucho mayores a las que ya han ocurrido.
El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su preocupación por estos datos y declaró al medio inglés que «el objetivo de limitar el calentamiento global a 1.5°C pende de un hilo». Añadió que «la batalla para mantener vivo el 1.5°C se ganará o se perderá en la década de 2020, bajo la supervisión de los líderes políticos e industriales de hoy».
Guterres hizo un llamado a los líderes mundiales para que tomen conciencia de la gravedad de la situación: «Necesitan darse cuenta de que estamos al borde del abismo. La ciencia es clara y también lo son los científicos del mundo: los riesgos para toda la humanidad no podrían ser mayores».
El aumento de las temperaturas globales está directamente relacionado con las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por las actividades humanas. El calentamiento global no solo aumenta las temperaturas, sino que también provoca cambios en los patrones climáticos, aumenta el nivel del mar y causa la pérdida de hielo en los polos.
El cambio climático es un problema global que requiere una acción global. Los científicos, los políticos y el público en general deben trabajar juntos para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero y desarrollar soluciones sostenibles para nuestro futuro.
La comunidad científica está de acuerdo en que el cambio climático es una amenaza para la vida en la Tierra. La falta de acción puede llevar a un futuro con desastres naturales más graves y frecuentes, pérdida de biodiversidad y cambios drásticos en nuestro estilo de vida.
La realidad es que el cambio climático ya está afectando a nuestro planeta de maneras que nunca antes habíamos experimentado. Las olas de calor extremo, los incendios forestales devastadores, las inundaciones catastróficas y las tormentas intensas son solo algunas de las consecuencias del calentamiento global.
El informe del IPCC y los resultados de la encuesta de The Guardian subrayan la urgencia de tomar medidas significativas para combatir el cambio climático. Nos enfrentamos a una crisis global que requiere una acción global urgente. Solo tenemos una década para cambiar nuestro curso y evitar las consecuencias más graves del calentamiento global.
El cambio climático no es solo una amenaza para nuestro medio ambiente, sino también para nuestra economía, nuestra salud y nuestra seguridad. A medida que las temperaturas aumentan, también lo hace el riesgo de desastres naturales, inseguridad alimentaria, conflicto y desplazamiento de personas.
Es imperativo que los líderes mundiales tomen medidas audaces y decisivas ahora para frenar el calentamiento global y proteger nuestro planeta para las generaciones futuras. La ciencia es clara y los riesgos son altos. No podemos permitirnos ignorar las advertencias de los expertos climáticos.