El reciente anuncio del Gobierno de Brasil de la cancelación de un acuerdo de compra de armamento a Israel, ha reverberado a nivel mundial. Este acuerdo, que tenía como finalidad la adquisición de municiones de artillería con la compañía israelí Elbit Systems, se cancela en respuesta a las atrocidades perpetradas por Israel contra los palestinos en la Franja de Gaza.
La noticia fue difundida por el Canal 12 del régimen de Israel, indicando que la administración del presidente Luiz Inácio Lula da Silva tomó la decisión de poner fin a este acuerdo, que tenía un valor estimado de más de 130 millones de dólares. Elbit Systems, una empresa con sede en Haifa, es reconocida por ser uno de los principales proveedores de armamento del ejército israelí, cuyas exportaciones han aumentado considerablemente durante el actual conflicto en el enclave costero.
La cancelación del acuerdo se produce en un contexto en el que un grupo de artistas e intelectuales brasileños, a través de una carta, instaron al Gobierno a dejar de comprar armas a Israel. Esta iniciativa fue propuesta por el cantautor Chico Buarque y su esposa Carol Proner, y ha contado con el respaldo de Amnistía Internacional (AI) y varios partidos políticos de extrema izquierda.
En su misiva, los firmantes exigieron “la suspensión inmediata de todos los acuerdos de defensa y licencias de exportación e importación de material militar con Israel y empresas israelíes”. Además, solicitaron una reunión con el líder del Estado para entregar la nota.
Desde el estallido de los ataques de Israel contra Gaza, el presidente brasileño ha condenado en reiteradas ocasiones la guerra genocida del régimen israelí contra los palestinos en Gaza, la cual hasta la fecha ha dejado un saldo fatal de más de 35 000 muertos y alrededor de dos millones de desplazados.
Las críticas hacia Israel por parte de Lula se intensificaron en febrero pasado, cuando durante su participación en la Cumbre de la Unión Africana (UA) en Adís Abeba, capital de Etiopía, criticó las atrocidades israelíes en el enclave costero palestino. “Lo que está sucediendo en la Franja de Gaza no es una guerra, es un genocidio”, aseguró.
Las declaraciones del presidente brasileño no fueron bien recibidas por el gobierno israelí. El ministro de asuntos exteriores, Israel Katz, tildó al líder socialista de “persona no grata”, llegando a afirmar que “no perdonaremos ni olvidaremos” las declaraciones de Lula hasta que ofrezca disculpas y retire sus palabras.
Esta decisión del Gobierno de Brasil puede ser vista como un importante cambio en la política exterior del país, lo que podría tener repercusiones en sus relaciones con Israel y con los países que respaldan la causa palestina. En este sentido, el caso brasileño podría marcar un precedente para otros países que mantienen acuerdos similares con Israel y que también están preocupados por la situación en la Franja de Gaza.