El destacado miembro de la Comisión Asesora Presidencial por La Paz y Entendimiento, Juan Pablo Leonelli, ha expresado su preocupación ante lo que considera un intervencionismo internacional, solicitado por un grupo que, según sus palabras, no representa al pueblo mapuche. Esta preocupación surge en respuesta a un hecho ocurrido en marzo de este año, cuando un grupo de comunidades indígenas del sur presentó ante la Embajada de Chile en La Haya y la Corte Permanente de Arbitraje Internacional una petición para que el Estado se allane a un arbitraje que permita resolver la demanda por tierras del pueblo mapuche.
Este grupo nombró como su representante al controversial exjuez y activista Baltazar Garzón, figura que ha estado presente en conversaciones y negociaciones respecto a los derechos de las comunidades indígenas. Las comunidades han instado al presidente Gabriel Boric a aceptar el arbitraje con el fin de poner en vigor el tratado de Tapihue de 1825.
La reciente visita de Garzón a Chile, y específicamente a la Araucanía, no ha pasado inadvertida para observadores políticos y sociales, especialmente por las implicancias de su involucramiento en la mencionada petición. En este contexto, Leonelli señaló: “Fue el propio Presidente Boric el que hace sólo unos meses nos convocó a un grupo transversal de personas a ser parte de la Comisión para la Paz y el Entendimiento”.
La Comisión Asesora Presidencial tiene como objetivo asesorar al Presidente de la República para consolidar una solución de largo plazo al conflicto en el sur. Su labor incluye realizar un diagnóstico de la demanda de tierras del pueblo mapuche, propiciar un proceso de diálogo entre los distintos actores con el objeto de alcanzar consensos y recomendar mecanismos, reformas, condiciones y formas de reparación que contribuyan a la paz de todos quienes viven en la macrozona sur.
No obstante, Leonelli ha criticado la intervención de Garzón, señalando que “la intromisión de Garzón no hace más que ensuciar esta visión política de Estado que han suscrito, además, todos los partidos políticos del país». En su opinión, quienes abogan por un arbitraje internacional renuncian a que los mismos chilenos puedan resolver sus problemas internos, sugiriendo un retorno a una especie de colonialismo del siglo XXI basado en una supuesta superioridad moral de un magistrado español que desconoce la realidad chilena.
Según Leonelli, existe una desconexión evidente en las acciones de Garzón, quien ha expresado que entre sus principales motivaciones se encuentra derogar la Ley Antiterrorista y dejar sin efecto el Estado de Excepción que rige en la Macrozona Sur. Sin embargo, el presidente Boric ha convocado a un acuerdo transversal para contar con una ley nueva y moderna que resguarde la democracia. Además, el Estado de Excepción ha sido una medida implementada para enfrentar, dentro del marco jurídico, a quienes utilizan la lucha mapuche para cometer crímenes y atentados terroristas.
Finalmente, Leonelli argumentó que “No necesitamos del intervencionismo de Europa que cree tener las respuestas civilizatorias para nuestros problemas. El desafío de la Comisión que integro requiere de un diagnóstico común, que sea compartido por todos aquellos que creen en el diálogo, los acuerdos y la generación de confianzas mutuas, para que por fin todas las personas de la Araucanía podamos tener el derecho a vivir en paz. El arbitraje siempre deja vencedores y vencidos y ese no es el camino que queremos para el futuro de la región. El único camino es el diálogo”.