El cambio climático global, una preocupación que ha acechado a la humanidad durante las últimas décadas, está comenzando a mostrar sus efectos a un ritmo alarmante. Predicciones científicas que una vez parecían distantes, se están materializando en el presente. Se observa una creciente pérdida de hielo marino, un aumento acelerado del nivel del mar y olas de calor más largas e intensas.
Los eventos climáticos extremos, como sequías, incendios forestales y precipitaciones extremas, se están produciendo a un ritmo más rápido de lo que se había previsto anteriormente. En un pronóstico sombrío compartido por cientos de los científicos climáticos más destacados del mundo, se predice que la Tierra se encamina hacia un calentamiento global que superará significativamente el límite acordado internacionalmente de 1.5°C.
Una encuesta realizada por The Guardian reveló que el planeta podría experimentar un aumento de temperatura de al menos 2.5°C (4.5°F) para este siglo. Este incremento podría tener resultados catastróficos para la humanidad y el planeta. Casi el 80% de los encuestados, todos miembros del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), pronostica este severo incremento, mientras que casi la mitad plantea un panorama aún peor, que el aumento alcance al menos 3°C (5.4°F).
Los científicos del IPCC, líderes en la investigación del cambio climático, ofrecieron el alarmante vaticinio basándose en modelos climáticos avanzados y en la observación continua de las tendencias de emisión de gases de efecto invernadero.
El panorama que describen los expertos es casi aterrador, con visiones de futuros plagados de hambrunas, conflictos y migraciones masivas. Gretta Pecl, de la Universidad de Tasmania, vaticinó un «grave trastorno social» en los próximos cinco años.
Los fenómenos extremos, como olas de calor, incendios forestales, inundaciones y tormentas, no solo se volverán más intensos sino también más frecuentes. Estos eventos ya han comenzado a manifestarse con una fuerza y una frecuencia que superan todo lo conocido hasta ahora, augurando una era de desastres naturales sin precedentes.
La subida del nivel del mar es otra consecuencia directa del calentamiento global, resultado del derretimiento del hielo terrestre y de la expansión del agua marina al calentarse. Este fenómeno incrementa el riesgo de inundaciones costeras, afectando ecosistemas y comunidades humanas.
A pesar de las proyecciones sombrías, hay un llamado unánime entre los científicos a persistir en la lucha contra el cambio climático. Cada fracción de grado que se logre mitigar podría significar una reducción considerable en el sufrimiento humano.
La encuesta también revela diferencias en la percepción del futuro climático entre científicos de diversas edades y géneros, así como entre científicos de diferentes continentes. Los científicos más jóvenes y las científicas tienden a ser más pesimistas sobre las proyecciones de calentamiento en comparación con sus colegas mayores y masculinos.
Los científicos encuestados por el prestigioso medio británico afirmaron que el fracaso en abordar adecuadamente la crisis climática se atribuye ampliamente a una falta de voluntad política y a los intereses arraigados de corporaciones, especialmente de la industria de combustibles fósiles.
Esta crítica se acompaña de una condena hacia la desigualdad y la insuficiente ayuda de los países ricos hacia los más afectados por los impactos del cambio climático en el sur global. Dipak Dasgupta, del Instituto de Energía y Recursos de Nueva Delhi, afirmó: «Si el mundo, increíblemente rico como es, se queda de brazos cruzados y hace muy poco por abordar la difícil situación de los pobres, al final todos saldremos perdiendo».
Muchos mencionaron también la desigualdad y la incapacidad del mundo rico para ayudar a los pobres, que son los que más sufren las consecuencias del cambio climático. Un científico sudafricano anónimo pronosticó un futuro semidistópico con mucho dolor y sufrimiento para los habitantes del Sur.