El líder mapuche Héctor Llaitul, dirigente de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), fue sentenciado a 23 años de prisión el día martes por diversos delitos, incluyendo la incitación y apología a la violencia, usurpación violenta, hurto de madera y atentado a la autoridad.
El Tribunal Oral de Temuco desglosó la condena de la siguiente manera: 15 años por delitos contemplados en la Ley de Seguridad Interior del Estado, cinco años por hurto simple y tres años por atentado a la autoridad. El tribunal señaló que Llaitul no cumplía con los requisitos para obtener alguna de las penas sustitutivas previstas en la Ley 18216, por lo que deberá cumplir de manera efectiva las penas de libertad de forma sucesiva, iniciando por la más grave.
Esta sentencia fue solicitada por la Fiscalía y el Ministerio del Interior, quienes pedían 25 años de cárcel para el dirigente mapuche de 56 años. Llaitul ha estado en prisión preventiva desde agosto de 2022.
La lectura de la sentencia provocó un fuerte despliegue de las Fuerzas Militares en la zona, que fue declarada en «alerta roja» en las horas previas a la audiencia. Esta situación se da en el marco de una investigación abierta en 2020 por el Gobierno del fallecido Sebastián Piñera (2018-2022), después de que Llaitul hiciera declaraciones polémicas en enero de ese año durante el juicio de otro militante de la CAM.
En el sur de Chile, en las regiones de La Araucanía y el Biobío, se vive un conflicto que ha durado décadas e involucra a los pueblos originarios, el Estado y grandes empresarios latifundistas y forestales que explotan tierras y bosques considerados ancestrales por las comunidades indígenas.
Gabriel Boric, quien durante su campaña prometió la desmilitarización de la zona implementada por Piñera, su predecesor, decretó el estado de excepción en el territorio en mayo de 2022 y desde entonces ha mantenido el Ejército desplegado en la región bajo el argumento de que han disminuido los delitos de violencia rural en la zona.
La lectura de la sentencia coincide con un momento de máxima convulsión en la zona centro-sur del país, aún conmocionada por el triple asesinato policial ocurrido en la comuna de Cañete el pasado 27 de abril, pocos días después de que Llaitul fuera declarado culpable.
No obstante, hasta la fecha no se ha informado ningún vínculo entre el ataque policial, el más grave contra el cuerpo de Carabineros de la historia reciente del país, y la CAM o alguna otra organización radical de la zona que reivindica sus tierras ancestrales.