Nostalgia tecnológica: los 90, a las puertas del nuevo milenio
Sí, sé que a muchos, eso de nostalgia tecnológica, hablando de los noventa, les sonará a la emoción de acercarnos a un cambio de milenio. En España, los recuerdos de esta época nos llevan a tardes viendo Pressing Catch en la tele, a las canciones de Nirvana y las Spice Girls sonando en la radio, o a las primeras tardes navegando por Internet con aquel inconfundible sonido del módem. Era una época de contraste, donde lo analógico y lo digital convivían, y donde cada nuevo avance tecnológico traía consigo un pequeño salto hacia el futuro.
Conexión al futuro: la llegada de Internet
En los años 90, conectarse a Internet por primera vez era una experiencia mágica. Aquel sonido del módem intentando establecer la conexión marcó el inicio de una revolución. En España, las tardes explorando Terra y LatinChat, o descargando una sola canción en horas, eran el equivalente digital de abrir una puerta hacia lo desconocido. La emoción de recibir un correo electrónico o descubrir los primeros navegadores web, como Netscape, fue inolvidable.
Internet no solo conectó ordenadores; conectó personas y abrió un mundo de posibilidades. Desde buscar información hasta socializar con desconocidos al otro lado del planeta, fue un fenómeno que transformó hogares, oficinas y escuelas. Aquellos comienzos, con tarifas de madrugada y paciencia infinita, son el punto de partida de la era digital en la que vivimos hoy.
¡Dame un toque!: el boom de la telefonía móvil
A medida que avanzaban los 90, los teléfonos móviles pasaron de ser un lujo exclusivo a un objeto cada vez más accesible. En España, modelos icónicos como el Nokia 3210 y el 5110 se convirtieron en símbolos de modernidad. Los mensajes SMS, aunque limitados en caracteres, revolucionaron la forma en que nos comunicábamos, inaugurando un lenguaje propio lleno de abreviaturas y creatividad.
Tener un móvil no solo era práctico, sino también un símbolo de estatus. Las conversaciones comenzaron a liberarse de los cables, y las nuevas generaciones adoptaron los móviles como una extensión de su identidad. Hoy, aquellos primeros modelos robustos y con baterías eternas son recordados con cariño como el inicio de una revolución comunicativa.
Cuando pulsar Inicio lo cambió todo: Windows 95
En 1995, Microsoft lanzó un sistema operativo que cambiaría para siempre la relación entre las personas y los ordenadores. Windows 95 no solo introdujo el icónico botón Inicio; también trajo consigo una interfaz más amigable, que hizo que millones de personas, incluso aquellas sin conocimientos técnicos, se sintieran cómodas usando un ordenador.
En España, Windows 95 se convirtió en el estándar de facto en hogares y oficinas. Las interminables horas explorando el Solitario, probando Paint o descubriendo qué era eso del «Explorador de archivos» forman parte de los recuerdos tecnológicos de toda una generación. Pulsar «Inicio» dejó de ser solo un botón; era el comienzo de algo más grande: la puerta al futuro digital.
El disco que lo cambió todo
Antes de los CD-ROM, los disquetes dominaban el mercado, pero su capacidad era limitada. Con la llegada del CD-ROM, todo cambió. Este formato ofrecía almacenamiento masivo para la época y revolucionó cómo se distribuía el software, la música y los contenidos educativos. En España, los CD-ROM interactivos se convirtieron en un fenómeno, desde enciclopedias como Encarta hasta juegos como The Secret of Monkey Island.
Los CD-ROM no solo ampliaron nuestras posibilidades, sino que también democratizaron el acceso a la información y el entretenimiento. Aunque su época de gloria fue breve, el impacto de este formato dejó una huella imborrable en quienes vivieron sus años dorados.
Del píxel al polígono: la revolución del 3D en los videojuegos
Los años 90 fueron un punto de inflexión para los videojuegos. El salto del 2D al 3D no solo cambió la estética, sino también la experiencia de juego. Títulos como Doom, Tomb Raider y Gran Turismo, entre otros, marcaron una nueva era, donde los jugadores podían explorar mundos tridimensionales con una libertad nunca vista.
En España, los videojuegos comenzaron a ocupar un lugar central en la cultura popular. Las consolas como PlayStation y Nintendo 64 se convirtieron en imprescindibles en muchos hogares, y las salas recreativas adoptaron máquinas con gráficos avanzados que dejaban boquiabiertos a todos. El 3D no solo transformó los videojuegos; los convirtió en auténticas obras de arte digitales.
De la tele al bolsillo: Game Boy y las portables
Los videojuegos dejaron de estar atados a un televisor gracias a dispositivos como la Game Boy y la Game Gear. Estas consolas portátiles permitieron a los jugadores llevar su diversión a cualquier parte. En España, la Game Boy se convirtió en un fenómeno gracias a títulos como Tetris y Pokémon, mientras que la Game Gear sorprendía con su pantalla a color.
Llevar una de estas consolas en el bolsillo no solo significaba entretenimiento; era una declaración de estilo. Los niños (y también los no tan niños) intercambiaban cartuchos en el patio del colegio, mientras intentaban superar el nivel que les tenía atrapados. Estas portátiles definieron una generación de jugadores que descubrieron que el juego podía estar siempre a su alcance. Y el que escribe estas letras, empleó uno de sus primeros «sueldos» en hacerse con la de Sega.
Hablamos x aki: los SMS y los chats
En los años 90, comunicarse se volvió más inmediato y emocionante gracias a los SMS y los primeros chats de Internet. Las conversaciones en Terra o LatinChat eran toda una experiencia, donde las «ciberamistades» y los nicks creativos formaban parte del ritual. Mientras tanto, los mensajes de texto se convirtieron en el medio perfecto para enviar pequeños recados llenos de abreviaturas y emoticonos.
Aunque hoy nos parezcan primitivos, estos modos de comunicación sentaron las bases de la conectividad moderna. Los chats eran espacios para explorar identidades y conocer gente, mientras que los SMS revolucionaron la forma de hablar, permitiendo estar en contacto sin importar la distancia. «Hablamos x aki» no era solo una frase; era un guiño a una nueva era.
Cuando imprimir se hizo fácil
La llegada masiva de las impresoras de inyección de tinta transformó los hogares españoles. Por primera vez, imprimir trabajos escolares, fotos o documentos importantes era algo al alcance de cualquiera. Las impresoras, como las famosas HP DeskJet, se convirtieron en un accesorio esencial en muchas casas.
Aunque a veces el cartucho de tinta se agotaba en el peor momento, el simple hecho de poder imprimir en casa supuso un cambio radical. Estas máquinas trajeron consigo una sensación de independencia tecnológica, permitiendo a las familias dar el salto al mundo digital con más herramientas a su disposición.
Tamagotchi: la mascota que nunca dormía
En 1996, llegó un pequeño huevo electrónico que revolucionó los patios de recreo: el Tamagotchi. Este dispositivo, que cabía en la palma de la mano, desafiaba a los niños a cuidar de su mascota virtual, alimentándola, limpiándola y jugando con ella. Era un reto constante, porque si te descuidabas, tu Tamagotchi podía «irse» y dejarte con la culpa.
En España, el Tamagotchi se convirtió en un fenómeno cultural. Los recreos se llenaron de niños revisando compulsivamente sus pequeños dispositivos, mientras intercambiaban trucos para mantener a sus mascotas felices. Aunque simple, el Tamagotchi enseñó lecciones de responsabilidad a toda una generación.
Discman: tu música sin saltos (o casi)
Con la llegada del Discman, la música portátil dio un salto de calidad. Este reproductor de CD permitió a los melómanos llevar sus álbumes favoritos a todas partes, con un sonido claro y sin las limitaciones de las cintas. En España, los Discman se convirtieron en un objeto de deseo, especialmente entre los jóvenes que querían escuchar a Nirvana o las Spice Girls con estilo.
Aunque los primeros modelos tenían problemas con los «saltos» al moverse, la llegada de los primeros modelos con unos segundos de buffer lo cambio todo y, desde entonces, la experiencia de tener música de alta calidad siempre a mano marcó un antes y un después. El Discman fue más que un reproductor; fue un símbolo de la revolución musical que definió los 90.
artículo original de: https://www.muycomputer.com/2024/12/08/nostalgia-tecnologica-los-90-a-las-puertas-del-nuevo-milenio/