El expiloto de carreras estadounidense Mario Andretti fue una presencia destacada en el paddock del Campeonato del Mundo de Fórmula 1 durante el Gran Premio de Miami. Mientras se encontraba allí, hizo una audaz declaración sobre el esfuerzo de su hijo, Michael Andretti, para ingresar al campeonato intercontinental con su propia escudería. Esta declaración se produjo tras el rechazo inicial de la entidad que posee los derechos comerciales de la serie. «Si la F1 quiere sangre, estoy listo», dijo Mario, una frase que aún resuena en los oídos de muchos dirigentes.
Michael Andretti recientemente presentó sus nuevas instalaciones en el Reino Unido, que en principio se dedicarán a los proyectos de categorías inferiores de su equipo. Sin embargo, su participación reciente en el Capitolio ha generado un nuevo desarrollo. El Presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Jim Jordan, ha anunciado que se ha abierto una investigación sobre la negativa de la Fórmula 1 a permitir la entrada de un equipo estadounidense asociado a General Motors.
Este asunto ha escalado a nivel político, especialmente considerando que Liberty Media, la empresa que posee los derechos comerciales de la Fórmula 1, tiene su sede principal en los Estados Unidos. La Cámara busca esclarecer los motivos detrás de la negativa a la candidatura de Andretti, a pesar de que este último cumplió con los estándares establecidos por la Federación Internacional del Automóvil (FIA) en todos los aspectos.
Jim Jordan, un político del Partido Republicano y exentrenador de lucha, ha enviado una carta a los propietarios de la Fórmula 1 para que expliquen el procedimiento que se siguió en este asunto. NBC ha corroborado la existencia de esta carta después de publicar su contenido, que estaba dirigido a Greg Maffei, el director ejecutivo de Liberty, y Stefano Domenicali, el director ejecutivo de la Fórmula 1.
En su carta, Jordan argumenta que el Comité Judicial es responsable de revisar la suficiencia de las leyes federales de competencia para proteger contra monopolios y otras restricciones injustas al comercio. Las ligas deportivas, como la Fórmula 1, operan en un área notable de la ley antimonopolio en la que es necesario cierto grado de colusión para la creación del producto. Sin embargo, cuando una liga deportiva se desvía de sus reglas y prácticas de una manera que reduce la competencia y deprime el interés del consumidor en el producto, la colusión puede equivaler a una conducta anticompetitiva, según Jim Jordan.
Jordan va más allá en su búsqueda de aclaración sobre la decisión de negar la entrada a Andretti Cadillac. Alega que las excusas presentadas para negar la entrada del equipo parecen ser pretextuales, arbitrarias y sin relación con la idoneidad de Andretti Cadillac para competir en la Fórmula 1. Como ejemplo, menciona que la FIA ya había analizado y aprobado las capacidades técnicas de Andretti Cadillac para competir entre los equipos actuales, a pesar de que la mayoría de los equipos actuales en la Fórmula 1 no cumplen con el estándar de competir regularmente por podios y victorias en carreras.
En su carta, Jordan también cuestiona la decisión de la Fórmula 1 de rechazar a Andretti por el uso de motores Cadillac y argumenta que la entrada de un undécimo equipo podría perjudicar los intereses de los equipos actuales. Propone que si la Fórmula 1 necesita obstaculizar la competencia y dañar a los consumidores para proteger a los equipos fallidos, entonces todo el modelo de la Fórmula 1 puede estar roto.
Finalmente, Jordan ha solicitado documentación y los extractos de las comunicaciones mantenidas durante el proceso de evaluación. También ha solicitado una sesión informativa para el 21 de mayo y los documentos de la Fórmula 1 y de los diez equipos de la parrilla en los que se detallen cualquier comunicación o cláusula relacionada con la inscripción de nuevos equipos o las tarifas antidilución en el Acuerdo de la Concordia.