En un hecho sin precedentes en la historia política de Chile, la diputada Karol Cariola Oliva se convirtió en la primera militante del Partido Comunista en ser electa presidenta de la Cámara de Diputadas y Diputados. Con 76 votos a favor, su elección marca el fin de una exclusión histórica y representa un logro notable para el oficialismo, las fuerzas independientes y progresistas que han trabajado incansablemente para alcanzar este triunfo.
Este acontecimiento histórico es el resultado de un arduo trabajo del oficialismo para liderar la Cámara Baja y dar una derrota a la derecha. La carrera hacia la presidencia de la Cámara ha estado llena de tensiones, con sectores que amenazaron con desconocer el acuerdo que otorgaba la presidencia de la instancia legislativa a la bancada parlamentaria comunista. Sin embargo, a pesar de la oposición, la diputada Cariola se alzó con la victoria.
Al asumir el cargo, la legisladora destacó que este es un «triunfo histórico», no solo porque pone fin a una exclusión que se ha perpetuado durante años, sino también porque evidencia un acuerdo que ha logrado una transversalidad visible. Según Cariola, este acuerdo ha permitido pactar con diversas fuerzas políticas para garantizar la continuidad de la administración de la Cámara de Diputados y Diputadas.
Cariola también hizo hincapié en la importancia de la soberanía popular y criticó los vetos elitistas y antidemocráticos que han intentado acallar las ideas comunistas en el pasado. La presidenta electa de la Cámara Baja expresó su compromiso con todas las fuerzas políticas y enfatizó la necesidad de incluir todas las posiciones en el poder legislativo.
En este sentido, la diputada resaltó la unidad del oficialismo, las fuerzas independientes y progresistas que han trabajado juntas para lograr este objetivo. Según Cariola, esta coalición ha demostrado su voluntad de construir una posición común en la conducción de la mesa de la Cámara de Diputados y Diputadas, a pesar de sus diferencias.
La elección de Cariola como presidenta de la Cámara Baja no ha sido un camino fácil. Ya el año pasado, el Partido Comunista, y particularmente Cariola, habían accedido a ceder su lugar para dirigir la Cámara Baja con el fin de beneficiar al oficialismo. Pero este año, la bancada comunista, respaldada por otras fuerzas progresistas y de izquierda en el Congreso, insistió en el respeto del acuerdo administrativo y logró encabezar la testera legislativa.
Las negociaciones se extendieron durante semanas, hasta la noche del domingo y este lunes. A veinte minutos antes de la votación, el jefe del comité parlamentario conformado por el PC, la Federación Regionalista Verde (FRV), Acción Humanista (AH) e independientes, Luis Cuello, confirmó que Cariola sería la candidata a presidir la Cámara. La propuesta obtuvo 76 votos de apoyo, consagrando a la legisladora comunista como presidenta de la Cámara Baja.
La elección de Cariola representó una derrota para la derecha en el Congreso, que llevaba como candidata a la diputada Joanna Pérez, del grupo de Demócratas.
Tras la elección, el presidente del PC, Lautaro Carmona, elogió a Cariola en la plataforma X, calificándola como una victoria justa y legítima. Por su parte, el ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Álvaro Elizalde, subrayó la importancia de erradicar toda política de exclusión y promover el diálogo con todos los actores políticos.
Finalmente, el Gobierno reafirmó su compromiso con el diálogo democrático y expresó su confianza en un buen trabajo con la nueva Mesa elegida.