La presión diplomática de Estados Unidos sobre Israel y a través de Catar y Egipto hacia el grupo terrorista Hamás ha comenzado a dar sus frutos, abriendo camino a una negociación que podría concluir en un cese al fuego en Gaza. Esta negociación de alto nivel, que ha tenido lugar en El Cairo, ha sido un esfuerzo conjunto de los negociadores de Estados Unidos, Catar y Hamás para llegar a un acuerdo que podría poner fin a la sangrienta guerra que ha devastado la región.
Los últimos desarrollos indican que el acuerdo está sujeto a una decisión crucial del Gobierno de Israel: aceptar el intercambio de rehenes a manos de Hamás a cambio del fin del conflicto en los próximos meses. A este esquema tentativo de negociación se sumaría la liberación de cientos de palestinos que Israel tiene en prisión por actos terroristas y el aumento exponencial de la ayuda humanitaria para aliviar la crisis de agua, alimentos y medicamentos que sufren los civiles en la Franja de Gaza.
Joe Biden y su secretario de Estado, Antony Blinken, han ejercido una presión significativa sobre Israel. Biden tuvo una difícil conversación telefónica con Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, mientras que Blinken se reunió con Netanyahu, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, y el líder opositor Benny Gantz durante su visita a Israel.
Biden fue claro con Netanyahu sobre la necesidad de llegar a un acuerdo con Hamás para recuperar a los rehenes y alcanzar un cese del fuego sostenible. Enfatizó que las negociaciones con el grupo terrorista respaldado por Irán no podían prolongarse indefinidamente.
El secretario de Estado, Blinken, también hizo hincapié en la misma línea de pensamiento durante su tiempo en Jerusalén. Sin embargo, Netanyahu, Gallant y Gantz no estuvieron de acuerdo en poner fin al conflicto con Hamás, un grupo que asesinó a 1.400 judíos el 7 de octubre de 2023.
En un giro inusual, en 2012, la Casa Blanca solicitó al Emirato de Catar que proporcionara refugio político a los líderes de Hamás. Desde entonces, la cúpula del grupo terrorista pro iraní ha transformado la ciudad de Doha en su santuario.
En este contexto, Blinken se reunió con Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, primer ministro de Catar, para pedirle que amenazara a los terroristas de Hamás instalados en Doha con la pérdida de la protección de su Emirato si no acordaban un cese del fuego con Israel.
Este mensaje llegó directamente al líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, y a sus consejeros que viven en Doha. Sin embargo, la posición de Yahya Sinwar, jefe de la organización terrorista en Gaza, es conocida por ser contraria a la táctica definida por Haniyeh en Catar. Sinwar ha rechazado en repetidas ocasiones un acuerdo, lo que ha llevado a Blinken a insistir en la presión diplomática.
La guerra en la Franja ha causado un efecto dominó global y el cese del fuego entre Israel y Hamás es sólo una pieza más de un tablero complejo e inédito. La presión sobre Hamás continúa y sólo el tiempo dirá si las negociaciones darán sus frutos para lograr un cese al fuego duradero y poner fin a la violencia en la región.