En el marco de la reciente operación militar de Israel en Rafah, al sur de Gaza, Venezuela y Brasil han decidido alzar sus voces en una condena conjunta. Ambas naciones han instado a la comunidad internacional a no mostrar indiferencia ante una situación que consideran alarmante y altamente preocupante.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Brasil emitió un comunicado el pasado lunes en el que denunció que la operación llevada a cabo por Israel en Rafah evidencia un desinterés por parte del régimen de Tel Aviv hacia los principios más básicos de los derechos humanos. «Al optar, con esa acción militar, por deliberadamente intensificar el conflicto en un área en la que se sabe que hay una alta concentración de la población civil de Gaza en este momento, el Gobierno israelí muestra nuevamente el desinterés por el respeto de los principios básicos de los derechos humanos y del derecho humanitario», afirmó el Ministerio.
La Cancillería brasileña fue más allá y exigió a las organizaciones internacionales, incluido el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), que superen la indiferencia y la paralización que han permitido que se profundice la catástrofe humanitaria en la Franja de Gaza.
Por su parte, Venezuela ha subrayado que la agresión militar contra Rafah es solo una parte de una política más amplia y sistemática que califica como «criminal y expansionista» por parte de Israel. “La República Bolivariana de Venezuela condena, de manera categórica, los bombardeos sobre la ciudad de Rafah, al sur de la franja de Gaza, perpetrados por el Estado sionista de Israel, dando continuidad a su sistemática política criminal y expansionista en esta localidad que alberga a más de un millón cuatrocientos mil palestinos desplazados forzosamente”, recalcó el Ministerio de Asuntos Exteriores de Venezuela en su comunicado.
El lunes, el ejército israelí confirmó el inicio de operaciones militares contra Rafah, una ciudad donde más de un millón de gazatíes se encuentran refugiados tras el comienzo de las ofensivas contra el enclave costero palestino. Esta acción militar ha causado gran alarma entre las naciones sudamericanas y ha llevado a una condena conjunta por parte de Venezuela y Brasil.
Ambos países han hecho un llamado a la comunidad internacional, instando a todas las naciones y organizaciones internacionales a no permanecer indiferentes ante lo que consideran una violación flagrante de los derechos humanos. Han pedido explícitamente al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que actúe para poner fin a lo que describen como una catástrofe humanitaria en la Franja de Gaza.
La situación en Rafah es volátil y el desarrollo de los hechos sigue siendo incierto, pero lo que sí es evidente es que la voz de condena de Venezuela y Brasil resuena con fuerza en la escena internacional. Ambas naciones han tomado una postura clara y firme con respecto a la operación militar en Rafah, rechazando cualquier forma de indiferencia o inacción por parte de la comunidad internacional.
Este llamado de Venezuela y Brasil para superar la indiferencia y paralización ha resonado en el escenario internacional, y podría ser un catalizador para un cambio en la forma en que la comunidad internacional responde a la situación en la Franja de Gaza. Sin embargo, todavía queda por ver cómo responderán otros países y organizaciones internacionales a este llamado.
Además, queda por ver cómo se desarrollará la situación en Rafah y en la Franja de Gaza en general, y cómo este desarrollo impactará la respuesta internacional. Sin embargo, una cosa queda clara: la condena por parte de Venezuela y Brasil ha hecho eco, y las repercusiones de su llamado a la acción podrían ser significativas, tanto para la región como para la comunidad internacional en general.