Crisis Política Esquivada en Países Bajos

El Gobierno de Países Bajos ha esquivado la ruptura este viernes tras una maratoniana jornada de discusiones entre los cuatro socios de la coalición de derecha, encabezada por el Partido por la Libertad (PVV) del líder ultra Geert Wilders. Los disturbios registrados tras el encuentro entre el Ajax de Ámsterdam y el Maccabi de Tel Aviv han dividido al Ejecutivo, con debates sobre el antisemitismo y la integración de los inmigrantes.

Dimisión de Nora Achahbar

El factor desencadenante de la crisis ha sido la dimisión de la secretaria de Estado de Subsidios y Aduanas, Nora Achahbar. La política de origen marroquí renunció debido a su descontento por el tono del debate sobre la integración, que señalaba a la población migrante y musulmana. Entre los detenidos en los disturbios había también seguidores del Maccabi.

Reacciones del Primer Ministro

Tras solventar la crisis, el primer ministro, Dick Schoof, aseguró que en el Ejecutivo “no hay ni hubo racismo“. Schoof, conocido por su tono apaciguador, sorprendió al declarar que Países Bajos tiene “un problema de integración” y describir los incidentes como “actos de violencia antisemita que no pueden justificarse”.

Disturbios tras el Partido Ajax-Maccabi

El Ajax y el Maccabi se enfrentaron el 7 de noviembre, y el deporte dio paso al bochorno. Los aficionados israelíes quemaron banderas palestinas, elevando la tensión en Ámsterdam. Tras el partido, los hinchas del Maccabi fueron atacados, escenas que dieron la vuelta al mundo.

Contexto Demográfico y Político

En Países Bajos hay 189.000 neerlandeses de origen marroquí y 165.000 de ascendencia turca. El número de judíos se estima entre 30.000 y 50.000, la mayoría en Ámsterdam. La alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, comparó los ataques a los seguidores del Maccabi con “los pogromos contra el pueblo judío”.

Geert Wilders y Su Influencia

En medio del debate y las manifestaciones en favor de Palestina, el ultra Geert Wilders mostró su buena relación con Israel. Aunque no lidera el Gobierno, Wilders es capaz de ponerlo en aprietos, demostrando su influencia tras recibir al ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar.