El lunes pasado, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, tuvo el honor de recibir al secretario general de la Asamblea Mundial de Ahlul Bayt (P), el ayatolá Reza Ramezani. Este encuentro de alto nivel se llevó a cabo en el Palacio Presidencial de Miraflores, ubicado en la capital venezolana, Caracas. Ambas partes expresaron su compromiso de seguir fortaleciendo la relación diplomática entre sus naciones, con el objetivo de beneficiar el progreso y desarrollo de sus respectivas poblaciones.
La reunión fue calificada como «excelente» por el propio mandatario venezolano. En un tweet, Maduro expresó: “Estamos encaminados en un propósito común, que es seguir consolidando las relaciones diplomáticas en diferentes áreas para el desarrollo de nuestros pueblos. ¡Trabajo, diplomacia y cooperación!”. El compromiso mutuo de ambos líderes hacia el mejoramiento de las relaciones entre sus países fue evidente durante este encuentro.
En el mundo actual, hay una creciente necesidad de unión frente a las adversidades internacionales. Ambos líderes reconocieron esto durante su encuentro, particularmente en el contexto de las presiones que enfrentan las fuerzas progresistas en América Latina y en todo el mundo. Estas presiones son resultado de la coyuntura mundial, así como de las acciones de ciertos actores internacionales, como las sanciones ilegales de Estados Unidos y del Occidente.
En este sentido, ambos líderes destacaron la importancia de reforzar las relaciones bilaterales en medio de este difícil escenario internacional. Este compromiso se manifiesta en la cooperación que ambas naciones han mantenido a lo largo del tiempo.
Además, la presidencia venezolana subrayó que este diálogo se inscribe en el marco del acuerdo de cooperación de 20 años, firmado en junio pasado entre el presidente venezolano y su homólogo iraní, Seyed Ebrahim Raisi. Este acuerdo se basa en una visión de desarrollo conjunto, bajo la idea de un esquema de ganar-ganar.
El enfoque de esta nueva etapa de la relación bilateral se centrará en áreas como la ciencia y la tecnología, así como en la industria del petróleo, gas, petroquímica y agricultura. En particular, la presidencia venezolana destacó la necesidad de definir estrategias conjuntas para la producción y exportación de alimentos.
En el mismo contexto, la presidencia de Venezuela enfatizó el papel del Parque Científico Tecnológico de Venezuela, “+ Ciencia”, inaugurado en febrero de 2023, como un logro concreto del intercambio con Irán. Este parque es una muestra tangible del compromiso de ambos países con la promoción de la ciencia aplicada al desarrollo como una herramienta para promover proyectos científicos en áreas como alimentación, educación, salud, tecnología de la información y las comunicaciones e industria.
Esta reunión entre Maduro y Ramezani deja claro que tanto Venezuela como Irán están comprometidos con la idea de que la diplomacia y la cooperación pueden ser poderosos instrumentos para el desarrollo y el progreso de sus pueblos. En un mundo cada vez más interconectado e interdependiente, esta perspectiva es no solo valiosa, sino también necesaria.