Lejos quedan aquellos tiempos en los que la disyuntiva estaba en comprar un coche diésel o gasolina. ¿Compro un híbrido, mejor enchufable? ¿O con un combustible diferente, como el gas licuado? ¿Por qué no eléctrico?

Diésel de laboratorio en el motor de tu coche

• Los combustibles mal llamado ecológicos, como los diésel (gasóleo) de laboratorio que hoy nos ocupan, entran en juego
• Aunque no fuéramos conscientes de ello, es posible que nuestros coches, aunque no sean nuevos, puedan emplearlos sin necesidad de adaptación del motor
• Ahora bien, ¿qué motores pueden funcionar con este diésel de laboratorio? ¿En qué consiste el diésel de laboratorio? ¿Qué beneficios aporta?

De la gasolina y el diésel convencional al diésel de laboratorio

¿Qué es el diésel de laboratorio? Definir como diésel de laboratorio a este combustible, como estamos haciendo en este artículo, no es lo más adecuado, aunque sí una forma efectiva de diferenciarlo de los gasóleos que empleábamos hasta ahora. Tampoco lo es la definición más técnica que se hace de este combustible desde el fabricante de coches que hoy nos ocupa, que se refiere al diésel HVO, como Hydrotreated Vegetable Oil, o aceite vegetal hidrotratado. Porque como veremos a continuación no es la mejor definición de su origen y su composición.

El diésel HVO es un gasóleo sintético cuyas propiedades son equiparables a las del gasóleo tradicional. En cualquier caso, los fabricantes de coches siguen un proceso para certificar que sus motores están preparados para funcionar con este combustible sin presentar problemas.

Decimos que referirse a él como aceite vegetal hidrotratado no es lo más apropiado. Este diésel HVO se produce mediante procesos de hidrotratamiento, que emplean aceites vegetales usados, grasas animales y otros residuos orgánicos, de ahí que no sea únicamente un aceite vegetal. Los procesos de hidrotratamiento consiguen un combustible con las propiedades de un gasóleo tradicional, mediante la mezcla de la materia prima con hidrógeno, procesos de filtrado y separación de grasas, altas temperaturas y presiones, que eliminan el oxígeno, el azufre y el nitrógeno.

Peugeot 308, disponible con motores diésel

¿Qué beneficios aporta el empleo de diésel HVO en mi coche?

Contaminar menos, así de sencillo. Por ser un combustible más limpio de azufres, compuestos aromáticos y otros contaminantes. Pero principalmente por las emisiones de CO₂ que se evitan empleando estos residuos para producir combustible frente a otras técnicas de tratamiento de residuos. Más allá de eso, por desgracia, el conductor que emplea HVO en su coche no goza de demasiadas ventajas.

En España, el HVO no es un combustible que se haya potenciado aún, por ejemplo con exenciones de impuestos, como sí se está haciendo en otros países del entorno comunitario. Tampoco se está promocionando o regulando su uso, a pesar de que sí existen estaciones de servicio que disponen de diésel HVO, que generalmente se está empleando en flotas de transporte que buscan reducir su huella de carbono. De hecho, ni tan siquiera en el geoportal de gasolineras del Ministerio para la Transición Ecológica encontramos referencias específicas al HVO, que lo diferencien de otros biodiésel.

Citroën C4, disponible con motores diésel

¿En qué motores puedo emplearlo?

Stellantis, fabricante de coches que engloba a marcas como Citroën, DS, FIAT, Jeep, Opel y Peugeot, anuncia que toda su gama diésel es compatible con el diésel HVO. También que este diésel está aprobado para sus diésel Euro 5 y Euro 6 que dispongan de la marca XTL en la tapa del depósito de combustible y también en los siguientes diésel Euro 6 que no dispongan de la marca XTL: