Carlo Ancelotti y la Dilema del Fútbol en Medio de Tragedias
«No tengo ganas de hablar de fútbol». Esta fue la contundente declaración de Carlo Ancelotti en la sala de prensa de Valdebebas. A tan solo un día del enfrentamiento crucial del Real Madrid contra el Milán en la Liga de Campeones, ni siquiera el técnico italiano pudo abstraerse de la tragedia que asola a la Comunidad Valenciana debido a la DANA. La preocupación no solo afectó a Ancelotti, sino que resonó en los vestuarios de muchos equipos de Primera y Segunda División, donde la pregunta «¿Por qué jugamos? ¿No se suspende?» se convirtió en un eco común.
En una muestra de empatía y solidaridad, Ancelotti expresó que el fútbol tenía que parar. Acompañado por las voces críticas de otros grandes entrenadores como Simeone y Flick, el consenso era claro: «No tiene sentido jugar». Incluso Lucas Vázquez se sumó al sentimiento generalizado, afirmando que era el momento de «estar con los afectados» y no de centrarse en el juego. Sin embargo, la decisión de continuar con los partidos tanto locales como europeos se mantuvo, reflejando que, históricamente, el fútbol nunca para.
A lo largo de los años, el fútbol ha estado presente en momentos de desastre, ya sean atentados o catástrofes naturales. Aunque ha mostrado gestos de solidaridad mediante partidos benéficos, pancartas, y minutos de silencio, rara vez ha detenido su marcha. Solo la pandemia de 2020 logró detener temporalmente el deporte rey, cuando las restricciones de movilidad hicieron imposible continuar.
El 11 de septiembre de 2001, tras los ataques a las Torres Gemelas en Nueva York, la UEFA decidió no suspender los partidos de la Champions y el Madrid jugó contra la Roma esa misma noche. Ante la avalancha de críticas, al día siguiente se cancelaron los encuentros programados. Este patrón se repitió el 11 de marzo de 2004, tras los atentados en Madrid. Aunque se solicitaron suspensiones, la UEFA continuó con la jornada, un acto que muchos, como Puyol y Cocu, consideraron una falta de respeto.
En una pancarta en el Bernabéu, el dolor por los atentados de Madrid se reflejó con el mensaje: «El dolor ocupa nuestros corazones». Sin embargo, el fútbol continuó como si nada, una realidad que Ancelotti destacó al afirmar que el deporte es una fiesta «solo cuando tu familia está bien».
Este patrón de continuidad también se evidenció tras los atentados de París en 2015, el terremoto en Italia en 2016, y los atentados de Barcelona en 2017. A pesar de los gestos de solidaridad, los partidos siguieron adelante. Durante la pandemia de marzo de 2020, fue la única vez en que el fútbol realmente se detuvo, aunque rápidamente se adaptó a las nuevas circunstancias con partidos a puerta cerrada y estrictos protocolos de seguridad.
Esta semana, la UEFA rendirá homenaje a las víctimas con un minuto de silencio en todos los encuentros, pero tanto jugadores como técnicos esperaban un gesto más significativo. «Dicen que el espectáculo debe seguir, pero no así», concluyó Ancelotti, reflejando el sentimiento de que en ocasiones, el deporte debería dar un paso atrás para permitir un espacio de duelo y reflexión.
artículo original de: https://www.elmundo.es/deportes/futbol/champions-league/2024/11/04/672906ffe9cf4a462e8b45a7.html