Elisabet Garcia Permanyer, una madre catalana de 43 años, se ha convertido en una figura destacada en la lucha por la **Adolescencia Libre de Móviles**. Todo comenzó con su deseo personal de retrasar el acceso de su hijo a un teléfono móvil hasta los 16 años. Lo que inició como un objetivo individual se transformó en un movimiento nacional con cientos de grupos en toda España y la participación de más de 30,000 familias. Este fenómeno ha generado un debate continuo en los medios de comunicación y las instituciones durante el último año.
La influencia de Garcia Permanyer ha llegado incluso al ámbito internacional, con un documental de la cadena francesa Arte y una película de Elisa Jadot en proceso, ambas centrándose en la lucha de cinco mujeres contra las **tecnologías impuestas**. Este reconocimiento ha llevado a sus amigas a bromear sobre su capacidad para iniciar movimientos exitosos cada vez que surge un problema.
Una inquietud previa
La preocupación por el uso de teléfonos móviles entre los adolescentes no es nueva. Desde hace tiempo, los padres han manifestado inquietudes acerca de los problemas de **salud mental** en adolescentes, el consumo de **pornografía**, el impacto de los **videojuegos** y la falta de **actividad física**. Durante una conversación en la Costa Brava con su prima, Garcia Permanyer identificó la necesidad de formar un grupo para compartir información sobre estos temas, pero la idea quedó en el aire hasta que un evento en septiembre de 2023 avivó el interés.
La mecha: una charla en el parque
El 28 de septiembre de 2023, una conversación en un parque del barrio Poblenou marcó el inicio del grupo **Adolescencia Libre de Móviles**. Durante esta charla, surgió la afirmación de que todos los adolescentes necesitaban un móvil al empezar el instituto, lo que llevó a Garcia Permanyer a tomar acción. Con su característica intensidad, inició un grupo de WhatsApp para padres interesados en retrasar la exposición de sus hijos a los móviles. Lo que comenzó como un pequeño grupo se expandió rápidamente.
El salto hacia la viralidad: la danza y el barrio
El éxito del grupo en Poblenou se debe en parte al entorno único del barrio y al centro de danza que dirige Garcia Permanyer, llamado **Cos**. Este centro se convirtió en un punto de encuentro para las familias, lo que facilitó la propagación del mensaje. A través de correos electrónicos y una red de contactos, el grupo creció exponencialmente, llegando a varios cientos de miembros en poco tiempo. La comunidad de Poblenou, con su carácter familiar y cohesionado, jugó un papel crucial en este crecimiento.
Las redes y los medios
La participación de periodistas y personas con contactos en la **administración pública** dentro del grupo inicial ayudó a que el mensaje llegara a un público más amplio. Un tuit de Xavier Casanovas, destacando la revolución que se estaba gestando, captó la atención de los medios, lo que resultó en una cobertura mediática significativa. Esta exposición llevó a reuniones con figuras políticas y a la creación de grupos similares en otras partes del país.
El cansancio lógico
El auge de este movimiento también trajo consigo desafíos. La viralidad del grupo generó un interés abrumador, lo que llevó a Garcia Permanyer a buscar un equilibrio para evitar el agotamiento. Su experiencia personal con la exposición mediática, debido a un evento traumático en su pasado, le hizo ser cautelosa. A pesar de las críticas de algunos sobre el uso de **tecnología** para combatir la exposición a las pantallas, Garcia Permanyer defiende que su enfoque no es antitecnológico, sino que busca un uso más consciente y maduro de las herramientas digitales.
artículo original de: https://elpais.com/tecnologia/2024-11-05/asi-se-creo-el-movimiento-viral-contra-las-pantallas-ahora-me-conocen-como-la-de-los-moviles.html