La elección de Donald Trump y su impacto en Oriente Próximo
El estado de **guerra** en el que se encuentra Oriente Próximo desde hace **13 meses**, con decenas de miles de muertos, ha centrado la atención en la reciente elección de **Donald Trump** como presidente de **Estados Unidos**, principal aliado de **Israel**. Este giro político es seguido de cerca por las posibles consecuencias en la región. Durante el conflicto, las **rencillas** y diferencias entre Israel y el presidente **Joe Biden** han sido evidentes, aunque nunca se rompió la estrecha colaboración entre ambas administraciones. Por ello, el **viraje electoral** ha sido recibido con enorme satisfacción por el Gobierno que lidera el primer ministro, **Benjamín Netanyahu**.
Trump, conocido por su **pragmatismo populista**, había afirmado que la contienda no habría estallado si él hubiera estado en la Casa Blanca, similar a lo que aseguró sobre la invasión rusa de Ucrania. Según fuentes de ambos países citadas por Times of Israel, el presidente electo comentó a Netanyahu su intención de acabar con la guerra antes de su toma de posesión dentro de dos meses. Sin embargo, el curso de la contienda continúa ignorando lo dictaminado por las urnas, y los **misiles** han seguido cayendo este miércoles en Israel, lanzados por la **milicia chií Hezbolá** desde **Líbano**, país invadido hace un mes por las tropas israelíes, al igual que Gaza hace más de un año.
La pregunta clave es si el nuevo presidente estadounidense tendrá la capacidad de cambiar el curso del conflicto y forzar unas **negociaciones de alto el fuego** estancadas. Además, surge la incertidumbre sobre el precio que pagarán los **palestinos**, cuyas aspiraciones están ausentes de las preocupaciones del líder republicano, como ya demostró durante su anterior mandato. También está en juego cómo la nueva administración en Washington afrontará otros frentes como el de Líbano o Irán.
El Gobierno de Israel, exultante, no ha tardado en felicitar al presidente electo, con Netanyahu a la cabeza junto al brazo más radical de su gabinete. El mandatario israelí felicitó a Trump apenas minutos después de que comenzara su discurso triunfal. Netanyahu cree que el regreso de Trump a la Casa Blanca beneficiará sus planes bélicos, representados en su firme oposición a una tregua.
“¡Felicitaciones por el mayor regreso de la historia!”, afirmó Netanyahu en un comunicado dirigido al republicano y a su esposa, Melania, calificando el logro como una “gran victoria”. Según él, el “histórico regreso” de Trump a la Casa Blanca ofrece un nuevo punto de partida para Estados Unidos y una poderosa renovación del compromiso con la **gran alianza** entre Israel y Estados Unidos.
**Israel Katz**, todavía ministro de Exteriores de Israel, aunque ya anunciado como sustituto del titular de Defensa, destituido por Netanyahu, se unió a las felicitaciones. “Juntos, fortaleceremos la alianza entre Estados Unidos e Israel, recuperaremos a los rehenes y nos mantendremos firmes para derrotar al **eje del mal** liderado por Irán”, afirmó Katz en su perfil de X (antes Twitter).
Reacciones de otros actores en el conflicto
En un tono similar, algunos de los representantes más ultranacionalistas del ejecutivo expresaron su alegría. “Síííí, Dios bendiga a Trump”, dijo el ministro de **Seguridad Nacional**, Itamar Ben-Gvir. “Dios bendiga a Israel, Dios bendiga a Estados Unidos”, clamó el titular de la cartera de Finanzas, Bezalel Smotrich. Ambos son colonos residentes en asentamientos ilegales en la **Cisjordania** ocupada y defensores de imponer más mano dura en **Gaza**, enclave que apuestan por volver a ocupar con civiles en medio de planes incluso de expulsión de la población local.
Desde Gaza, **Hamás** también ha reaccionado al resultado de las presidenciales y está en compás de espera para comprobar si el presidente electo es capaz de acabar con la contienda. Así lo señaló uno de los responsables del movimiento islamista palestino, Sami Abu Zuhri, en declaraciones a la agencia Reuters, al tiempo que pide a Trump “aprender de los errores de Biden”. El grupo reconoce que “los palestinos esperan un cese inmediato de la agresión”, especialmente en Gaza, indicó Basem Naim, miembro del buró político a través de un comunicado citado por Efe.
Irán y su postura ante el cambio en EE. UU.
El régimen iraní ha tratado de restar importancia al cambio en la Casa Blanca. “Las elecciones en Estados Unidos no son realmente asunto nuestro. Nuestras políticas son constantes y no cambian en función de los individuos”, señaló la portavoz gubernamental Fatemeh Mohajerani, según la agencia de noticias semioficial Tasnim, que cita Reuters. En un tono similar, la **Guardia Revolucionaria**, un cuerpo paralelo al del ejército, se ha limitado a comentar que Teherán y sus grupos armados aliados están listos para la confrontación con Israel.
La guerra y los **ataques israelíes**, especialmente sobre la Franja, donde han muerto ya más de 43.000 personas, se han mantenido desde el año pasado con el apoyo pleno y directo a nivel económico, armamentístico, político y diplomático de la administración del presidente estadounidense, Joe Biden.
Washington ha llegado a congelar ciertos envíos de bombas ante el temor de que fueran destinadas a matar a civiles en Gaza y ha presionado para que Netanyahu permitiera la llegada a ese enclave de ayuda humanitaria con la que poder paliar la **gran crisis** que vive la población gazatí. Sin embargo, nada ha interrumpido los planes bélicos del primer ministro israelí, que destituyó a **Yoav Gallant** como ministro de Defensa en plena jornada electoral, más propenso a negociar una tregua.
Así, el ruido en las relaciones bilaterales entre los dos países ha sido visto más bien como un gesto hacia la galería en un momento en el que Biden necesitaba salvar su mandato y, tras apartarse durante el verano de la carrera por la reelección, preparar un trampolín para la candidata Kamala Harris.
Las esperanzas de que una victoria demócrata hubiera supuesto un cambio de timón en la contienda estaban ya desvanecidas tras la experiencia constatada en el último año. Desde que Hamás encabezó la matanza, el 7 de octubre del año pasado, de unas 1.200 personas y el secuestro de 250 en territorio israelí —abriendo así la espita de la guerra—, no dejan de añadirse frentes regionales. Trump ya reconoció Jerusalén como capital de Israel y trasladó incluso la Embajada a esa ciudad además de reconocer a su aliado la soberanía sobre los **Altos del Golán**, territorio sirio bajo ocupación israelí.
La incógnita ahora, pocas semanas antes de que arranque su segundo mandato, es si realmente la Casa Blanca va a tener capacidad para interponerse en los deseos de la apisonadora en que ha convertido Netanyahu su agenda del conflicto.
artículo original de: https://elpais.com/internacional/2024-11-06/netanyahu-celebra-la-victoria-trump-convencido-de-que-beneficiara-sus-planes-belicos.html