Kamala Harris propone un giro fiscal hacia el centro para las rentas del capital
Kamala Harris ha dado un giro al centro en su propuesta fiscal para las rentas del capital. La candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos ha decidido desmarcarse de Joe Biden, que propugnaba gravar con un tipo del 39,6%, como el resto de rentas, a las plusvalías y ganancias de capital de los más acaudalados. La vicepresidenta propone que se tasen a un tipo del 28%, según ha anunciado este miércoles durante un mitin en North Hampton (New Hampshire). La propuesta la congracia algo con Wall Street y los grandes donantes de su campaña. En todo caso, los impuestos no los aprueban los presidentes, sino el Congreso, cuya composición dependerá también de las elecciones del 5 de noviembre.
“Si ganas un millón de dólares al año o más, el tipo impositivo sobre tus ganancias de capital a largo plazo será del 28% con mi plan”, ha dicho Harris en el mitin al aire libre, en que ha estado protegida por una mampara de seguridad, una medida adicional tomada por el servicio secreto a raíz del intento de asesinato de Donald Trump en un mitin en Butler (Pensilvania) en junio.
La propuesta de Harris supone, en todo caso, un aumento con respecto al tipo actual del 20%. A ese tipo se añade un recargo del 3,8%, que Biden quería elevar al 5%, para las rentas más altas, con el fin de sufragar el coste del programa sanitario Medicare. La candidata demócrata no ha aclarado si apoya la idea del actual presidente de aumentar el recargo.
Según su plan, el 99% de los estadounidenses, incluyendo todas las familias con ingresos moderados e ingresos promedios, pagarán la misma tasa de impuestos sobre las ganancias de capital a largo plazo que pagan ahora. Los estadounidenses que ganen menos de 100.000 dólares seguirán sin pagar impuestos y las familias con ingresos más altos que ganen hasta un millón de dólares seguirán pagando hasta una tasa máxima de 20%, según su campaña, que asegura que nadie que gane menos de 400.000 dólares pagará ni un centavo más de impuestos con sus medidas.
“Gravaremos las plusvalías a un tipo que recompense la inversión en los innovadores, los vendedores y las pequeñas empresas de Estados Unidos. Sabemos que cuando el Gobierno fomenta la inversión, conduce a un crecimiento económico de amplia base, y crea puestos de trabajo, lo que fortalece nuestra economía”, ha afirmado.
Incentivos a nuevas empresas
Harris también ha aprovechado el mitin al aire libre en New Hampshire para proponer una ampliación de los incentivos fiscales a las pequeñas empresas, un plan favorable a los emprendedores que suaviza sus anteriores llamamientos a que los estadounidenses ricos y las grandes empresas paguen impuestos más altos. Con su propuesta, las deducciones fiscales por la creación de una nueva empresa pasarían de 5.000 a 50.000 dólares. Su propuesta permitiría a las nuevas empresas utilizar la deducción inmediatamente o cuando empiecen a obtener beneficios.
“Las pequeñas empresas de Estados Unidos son un fundamento esencial de toda nuestra economía”, ha afirmado. “Una de mis máximas prioridades será fortalecer las pequeñas empresas de Estados Unidos. Quiero ver 25 millones de nuevas pequeñas empresas al final de mi primer mandato”, ha añadido, lo que serviría para superar el récord de 19 millones de nuevas solicitudes de pequeños negocios ya registrados bajo la presidencia de Biden. Según la campaña demócrata, las pequeñas empresas emplean a la mitad de todos los trabajadores del sector privado en Estados Unidos, y han creado el 70% de los nuevos puestos de trabajo desde 2019. Apoyarlas, aseguran, será una de las prioridades principales de su presidencia.
Harris promete lanzar un programa de fondos para la expansión de pequeñas empresas para ayudar a los empresarios a hacer crecer sus negocios y crear empleos con préstamos con bajo o cero interés. También se compromete a garantizar que un tercio de los recursos para contratos federales vayan a pequeñas empresas.
Otro eje de sus propuestas consiste en reducir la burocracia. Pretende facilitar la declaración de impuestos a las empresas más pequeñas, reducir los requisitos excesivos para obtener licencias ocupacionales, modernizar las regulaciones obsoletas y reducir los trámites burocráticos e innecesarios que dificultan a las pequeñas empresas y a los empresarios solicitar y recibir financiación federal y otras ayudas e incentivar a los gobiernos estatales y locales a reducir la burocracia.
Su rival, Donald Trump, trata de pintar a Harris sin fundamento como una comunista y la llama reiteradamente “camarada Kamala”, así que sus nuevas propuestas fiscales pueden servir en parte para combatir esa dialéctica. Al tiempo, los demócratas insisten en que las propuestas de Trump servirán solo para rebajar los impuestos a los multimillonarios como él a costa de aumentar el déficit y la deuda de forma insostenible.
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