Griffiths, CEO de Cupra, sobre los aranceles de la Unión Europea: "ponen en riesgo todo el futuro financiero de la empresa"


El mundo automovilístico se encuentra en un constante estado de cambio, con regulaciones y políticas que afectan de manera directa a la industria. En este escenario, uno de los temas más candentes es el impacto de los aranceles impuestos por la Unión Europea. Wayne Griffiths, CEO de Cupra, una de las marcas emergentes más destacadas del sector, ha expresado su profunda preocupación sobre las implicaciones que estas tarifas pueden tener para el futuro financiero de la compañía.

Fundada en 2018 como una marca independiente derivada de SEAT, Cupra ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, destacándose por su enfoque en vehículos deportivos de alto rendimiento y tecnología avanzada. Sin embargo, este crecimiento podría verse seriamente comprometido debido a las políticas arancelarias de la Unión Europea.

Un contexto desafiante


El contexto económico y político global ha llevado a la Unión Europea a implementar una serie de aranceles destinados a proteger su mercado interno. Si bien estas medidas buscan equilibrar la competencia y fomentar el desarrollo de la industria local, también generan desafíos significativos para empresas como Cupra, que dependen en gran medida de la exportación y la importación de componentes y vehículos completos.

Wayne Griffiths ha señalado que estos aranceles no solo aumentan los costos de producción, sino que también afectan la competitividad de la marca en el mercado global. "Estos aranceles ponen en riesgo todo el futuro financiero de la empresa", afirma Griffiths, subrayando la gravedad de la situación.

Impacto en la cadena de suministro


Uno de los efectos más inmediatos de los aranceles es el aumento en los costos de la cadena de suministro. Cupra, como muchas otras marcas automotrices, depende de una red global de proveedores que suministran componentes esenciales para la fabricación de sus vehículos. Con la implementación de los aranceles, los costos de estos componentes se incrementan, lo que a su vez eleva el precio final de los vehículos.

Griffiths destaca que este aumento en los costos no puede ser absorbido completamente por la empresa, lo que inevitablemente lleva a un aumento en los precios de los vehículos para los consumidores. Este escenario es particularmente problemático en un mercado altamente competitivo, donde los consumidores tienen múltiples opciones y son sensibles a las variaciones de precios.

Competitividad en el mercado global


La competitividad es otro aspecto crucial que se ve afectado por los aranceles. Cupra ha logrado posicionarse como una marca innovadora y de alto rendimiento, pero mantener esta posición requiere una inversión constante en investigación y desarrollo, así como en marketing y expansión de la red de distribución. Los aranceles imponen una carga financiera adicional que podría limitar la capacidad de la empresa para invertir en estas áreas cruciales.

Además, Griffiths menciona que la percepción de la marca también se ve afectada. "Cuando los consumidores ven que los precios de nuestros vehículos aumentan, pueden percibir que estamos perdiendo competitividad o que no somos capaces de ofrecer el mismo valor que antes", explica. Esta percepción puede ser difícil de cambiar y puede tener un impacto duradero en la lealtad del cliente.

Estrategias para mitigar el impacto


A pesar de los desafíos, Cupra está explorando diversas estrategias para mitigar el impacto de los aranceles. Una de las posibles soluciones es la reubicación de parte de su producción a países dentro de la Unión Europea, donde los costos arancelarios serían menores. Sin embargo, esta opción implica una inversión significativa y un tiempo considerable para establecer nuevas instalaciones de producción.

Otra estrategia es la negociación con proveedores para encontrar soluciones que permitan reducir los costos de los componentes. Griffiths menciona que están en conversaciones con varios proveedores para explorar opciones como la producción local de ciertos componentes o la búsqueda de materiales alternativos que sean menos costosos.

Innovación y sostenibilidad


En medio de estos desafíos, Cupra sigue comprometida con la innovación y la sostenibilidad. La empresa ha anunciado recientemente varios proyectos enfocados en el desarrollo de vehículos eléctricos y tecnologías de conducción autónoma. Estas iniciativas no solo buscan reducir el impacto ambiental, sino también posicionar a la marca como un líder en la próxima generación de vehículos.

Griffiths subraya que la sostenibilidad es una prioridad para Cupra y que, a pesar de las dificultades financieras, la empresa no comprometerá su compromiso con el medio ambiente. "Estamos invirtiendo en tecnologías que creemos que son el futuro de la industria automotriz. Los aranceles son un obstáculo, pero no nos desviaremos de nuestro objetivo de ser una marca sostenible e innovadora", afirma.

El papel de la Unión Europea


Finalmente, Griffiths hace un llamado a la Unión Europea para revisar su política de aranceles y considerar el impacto que tienen en las empresas locales. "Entendemos la necesidad de proteger el mercado interno, pero también es crucial apoyar a las empresas que están tratando de innovar y crecer", señala. Sugiere que podrían implementarse políticas más flexibles que equilibren la protección del mercado con el apoyo a la industria local.

En resumen, los aranceles de la Unión Europea presentan un desafío significativo para Cupra y otras empresas del sector automotriz. Wayne Griffiths, CEO de la compañía, ha sido claro en su evaluación de los riesgos financieros que estos aranceles representan. Sin embargo, con estrategias innovadoras y un compromiso inquebrantable con la sostenibilidad, Cupra está decidida a superar estos obstáculos y continuar su trayectoria de crecimiento y éxito en el mercado global.

Griffiths, CEO de Cupra, sobre los aranceles de la Unión Europea, "ponen en riesgo todo el futuro financiero de la empresa"

Hoy es un gran día para CUPRA

Uno mira atrás y no puede hacer otra cosa que sorprenderse de cómo una marca como CUPRA, que nació como una suerte de spin-off de las versiones deportivas de SEAT, va ganando terreno en Europa y perfilando un catálogo cada vez más extenso de productos totalmente independizados de su matriz, de los modelos de SEAT.

Un riesgo para CUPRA

Pero no todo son buenas noticias. El debate de fondo, para toda la industria del automóvil europea, en general, pero sobre todo para CUPRA, sigue estando en la irrupción de los fabricantes de automóviles chinos, la respuesta de la Unión Europea en forma de aranceles y las consecuencias directas e indirectas que estas tendrán para Europa.

Y el análisis de CUPRA no puede ser más claro: «la intención era proteger a la industria del automóvil europea pero, para nosotros, está teniendo el efecto opuesto», decía Wayne Griffiths, CEO de CUPRA (Automotive News).

Una medida pensada para proteger a la industria europea podría perjudicar notablemente a una marca europea como CUPRA, que produce su modelo Tavascan en Anhui, China.

Diseñado en Barcelona, fabricado en China

En abril de 2023 se desvelaba el nuevo CUPRA Tavascan en la ciudad de Berlín. Durante el evento, CUPRA no solo no evitaba mencionar, apuntando, eso sí, que está «diseñado y desarrollado en Barcelona», el hecho de que el nuevo Tavascan se produzca en Anhui, China. La marca española se refería a la fábrica del Grupo Volkswagen en Anhui como «centro de innovación de vanguardia para la movilidad eléctrica», en un reconocimiento tácito de la posición tecnológica que ha alcanzado la industria del automóvil china – y no solo de marcas y compañías chinas – en el ámbito del vehículo eléctrico.

El CUPRA Tavascan llega con el objetivo de alcanzar las 70.000 ventas anuales. Un objetivo con el que CUPRA pretende seguir escalando progresivamente, considerable por otro lado, si tenemos en cuenta las 230.739 entregas con las que culminaron el año pasado.

Pero el proceso iniciado por la Unión Europea para imponer aranceles a los fabricantes chinos no solo suponen un contratiempo importante para las marcas chinas que están desarrollando sus redes comerciales en Europa, sino también para marcas europeas cuya producción se ha localizado en China. Según la última revisión de las investigaciones de la Comisión Europea, el de CUPRA, en tanto marca que ha cooperado en la investigación, se vería penalizada con un arancel adicional del 21,3%.

La fábrica del Grupo Volkswagen en Anhui, China, es uno de los pilares de la estrategia eléctrica internacional del grupo, pero sobre todo de CUPRA.

Ponen en riesgo el futuro financiero de CUPRA

Según Griffiths, los aranceles «ponen en riesgo todo el futuro financiero de la empresa». El CUPRA Tavascan es, sin duda, uno de los lanzamientos más importantes para la marca española. Con los aranceles propuestos por la Unión Europea, y un precio antes de ayudas que parte de los 48.990 euros, su rentabilidad se vería drásticamente lastrada. Y ajustar el precio al alza, para repercutir los aranceles, un movimiento arriesgado que perjudicaría su competitividad en un mercado europeo para los vehículos eléctricos en el que precisamente cada vez hay más rivales, y más competitivos, especialmente con el desembarco de nuevas marcas chinas.

Pero los fabricantes europeos que producen en China no dan la batalla por perdida. CUPRA se encontraría en conversaciones «a diferentes niveles» con la Comisión Europea y los gobiernos de Alemania y España, tratando de conseguir unas condiciones arancelarias más favorables. Tesla, sin ir más lejos, consiguió rebajar sus tarifas particulares hasta el 9%, muy por debajo del 21,3% que aplicaría a CUPRA, y aún más del 36,3% que aplicaría a compañías que según la Comisión Europea no han colaborado.

Algunos representantes de la marca también tendrían planificado un viaje a China, junto con una delegación española, en las próximas semanas.

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