Hoy es un gran día para CUPRA
Uno mira atrás y no puede hacer otra cosa que sorprenderse de cómo una marca como CUPRA, que nació como una suerte de spin-off de las versiones deportivas de SEAT, va ganando terreno en Europa y perfilando un catálogo cada vez más extenso de productos totalmente independizados de su matriz, de los modelos de SEAT.
Un riesgo para CUPRA
Pero no todo son buenas noticias. El debate de fondo, para toda la industria del automóvil europea, en general, pero sobre todo para CUPRA, sigue estando en la irrupción de los fabricantes de automóviles chinos, la respuesta de la Unión Europea en forma de aranceles y las consecuencias directas e indirectas que estas tendrán para Europa.
Y el análisis de CUPRA no puede ser más claro: «la intención era proteger a la industria del automóvil europea pero, para nosotros, está teniendo el efecto opuesto», decía Wayne Griffiths, CEO de CUPRA (Automotive News).
Una medida pensada para proteger a la industria europea podría perjudicar notablemente a una marca europea como CUPRA, que produce su modelo Tavascan en Anhui, China.
Diseñado en Barcelona, fabricado en China
En abril de 2023 se desvelaba el nuevo CUPRA Tavascan en la ciudad de Berlín. Durante el evento, CUPRA no solo no evitaba mencionar, apuntando, eso sí, que está «diseñado y desarrollado en Barcelona», el hecho de que el nuevo Tavascan se produzca en Anhui, China. La marca española se refería a la fábrica del Grupo Volkswagen en Anhui como «centro de innovación de vanguardia para la movilidad eléctrica», en un reconocimiento tácito de la posición tecnológica que ha alcanzado la industria del automóvil china – y no solo de marcas y compañías chinas – en el ámbito del vehículo eléctrico.
El CUPRA Tavascan llega con el objetivo de alcanzar las 70.000 ventas anuales. Un objetivo con el que CUPRA pretende seguir escalando progresivamente, considerable por otro lado, si tenemos en cuenta las 230.739 entregas con las que culminaron el año pasado.
Pero el proceso iniciado por la Unión Europea para imponer aranceles a los fabricantes chinos no solo suponen un contratiempo importante para las marcas chinas que están desarrollando sus redes comerciales en Europa, sino también para marcas europeas cuya producción se ha localizado en China. Según la última revisión de las investigaciones de la Comisión Europea, el de CUPRA, en tanto marca que ha cooperado en la investigación, se vería penalizada con un arancel adicional del 21,3%.
La fábrica del Grupo Volkswagen en Anhui, China, es uno de los pilares de la estrategia eléctrica internacional del grupo, pero sobre todo de CUPRA.
Ponen en riesgo el futuro financiero de CUPRA
Según Griffiths, los aranceles «ponen en riesgo todo el futuro financiero de la empresa». El CUPRA Tavascan es, sin duda, uno de los lanzamientos más importantes para la marca española. Con los aranceles propuestos por la Unión Europea, y un precio antes de ayudas que parte de los 48.990 euros, su rentabilidad se vería drásticamente lastrada. Y ajustar el precio al alza, para repercutir los aranceles, un movimiento arriesgado que perjudicaría su competitividad en un mercado europeo para los vehículos eléctricos en el que precisamente cada vez hay más rivales, y más competitivos, especialmente con el desembarco de nuevas marcas chinas.
Pero los fabricantes europeos que producen en China no dan la batalla por perdida. CUPRA se encontraría en conversaciones «a diferentes niveles» con la Comisión Europea y los gobiernos de Alemania y España, tratando de conseguir unas condiciones arancelarias más favorables. Tesla, sin ir más lejos, consiguió rebajar sus tarifas particulares hasta el 9%, muy por debajo del 21,3% que aplicaría a CUPRA, y aún más del 36,3% que aplicaría a compañías que según la Comisión Europea no han colaborado.
Algunos representantes de la marca también tendrían planificado un viaje a China, junto con una delegación española, en las próximas semanas.