Mazda es una marca que siempre ha hecho las cosas de forma diferente. Es la única marca que mantuvo vivo el motor rotativo, y que incluso lo ha rescatado como extensor de autonomía. Es una marca que aun te vende deportivos puristas como el Mazda MX-5, y que practica un necesario corte de manga al downsizing que impera en la industria – y con razones de peso para ello. Recientemente, Mazda ha comenzado a vender su nueva familia de motores de seis cilindros en línea, pero hay uno que no se atreven a traer al Viejo Continente.
El gasolina de 3,3 litros que Mazda no te venderá en Europa
En estos momentos, podemos encargar un Mazda CX-60 con motor e-Skyactiv D. Este motor diésel de 3,3 litros, seis cilindros en línea y hasta 254 CV presume de consumos homologados de solo 5,2 l/100 km… en un SUV de casi 4,80 metros y casi dos toneladas de peso. Una auténtica anomalía, con una potencia específica relativamente baja y un consumo especialmente contenido – inferior al de rivales directos con motores de cuatro cilindros. La palabra que usa Mazda es perfecta para definir su estrategia: no es downsizing, es rightsizing.
El Mazda CX-60 monta el diésel con mayor cilindrada de cualquier turismo a la venta hoy día.
Fotos del Mazda CX-60
Además de este diésel de 3,3 litros, Mazda vende el CX-60 con una mecánica enchufable con 327 CV de potencia combinada. Eso es todo. Sin embargo, antes de su lanzamiento se anunció que el Mazda CX-60 también se vendería con un motor de gasolina de seis cilindros. En Europa ese motor nunca llegó, pero en otros mercados internacionales sí está disponible. Se llama e-Skyactiv G, tiene 3,3 litros, una configuración de seis cilindros en línea y está sobrealimentado por un turbocompresor. Además, este motor cuenta con hibridación ligera M Hybrid Boost de 48 voltios.
Este propulsor es capaz de desarrollar 284 CV de potencia, acompañados de 450 Nm de par motor máximo. Su curva de par motor es absolutamente plana, con una cifra de par máximo que se mantiene entre las 2.000 y las 3.500 rpm. Este propulsor se asocia al cambio automático de ocho relaciones de Mazda, que reemplaza el convertidor de par por un acoplamiento multidisco bañado en aceite. Sobre el papel, es capaz de propulsar al CX-60 hasta los 100 km/h en 6,9 segundos, logrando un consumo medio cifrado en 7,4 l/100 km.
En España, este propulsor gozaría de etiqueta ECO de la DGT de pleno derecho
Este consumo está calculado bajo la homologación australiana, similar a la europea. Por tanto, hablamos de un gasolina de seis cilindros con el consumo de un diésel de seis cilindros. Las pruebas publicadas acerca de este propulsor alaban su refinamiento, suavidad y consumos contenidos en un uso realista. ¿Por qué Mazda no ofrece este propulsor en el continente europeo? Casi con total seguridad, sus emisiones de CO2 sean el motivo. Aunque sean de 171 g/km y sean excelentes en términos relativos… son altas en términos absolutos.
La amenaza de las multas por emisiones medias de dióxido de carbono y un potencial comercial limitado son los principales impedimentos a la llegada a Europa de este maravilloso propulsor.
Fotos del Mazda CX-60