La Evolución de las Billeteras Digitales: De la Limitación a la Innovación
Durante sus primeros años de existencia, lo cierto es que las aplicaciones de billetera, Wallet, tanto de Android como iOS estaban bastante limitadas en lo referido a su utilidad. Hablo de hace ya bastantes años, cuando el tipo de activos digitales que podíamos almacenar en estas billeteras digitales era más bien bajo. Recuerdo, en aquellos primeros tiempos, haber echado de menos que fueran compatibles (en mi caso, en aquel momento, la de iOS) con multitud de productos y servicios para los que pensaba que iría perfectamente.
Por suerte (o por sentido común, en realidad), tanto Apple como Google eran conscientes del tremendo potencial de la combinación de la conectividad NFC con un sistema seguro de almacenamiento de activos digitales, podía convertir un smartphone en una especie de navaja suiza, con algunas funciones adicionales y, sobre todo, una cobertura mucho más amplia de algunas actividades muy comunes, como ir a espectáculos, viajar e incluso, como ha empezado a ocurrir recientemente en California, para que los ciudadanos puedan identificarse.
La utilidad de los wallet en los smartphones ya es, en este punto, más que destacable, pero además crece exponencialmente gracias a la proliferación de los smartwatches compatibles con las billeteras electrónicas. Ahora ya no es ni siquiera necesario sacar el móvil del bolso o el bolsillo, basta con un movimiento de brazo y un giro de muñeca para acreditarnos, pagar una compra con la tarjeta de débito, llevar a cabo un proceso de embarque, etcétera.
Pues bien, según leemos hoy en CNBC, se avecinan interesantes novedades en este sentido, y es que Apple y Google ya están trabajando para impulsar la adopción de sus wallet como llaves contactless para hoteles. El objetivo es, claro, acabar con el formato más actual, las tarjetas de plástico (aunque también empiezan a verse en materiales reciclables) con tecnología RFID, que algunos coleccionamos tras nuestras estancias hoteleras.
La ventaja más evidente de este sistema es, claro, que no necesitamos llevar la tarjeta-llave, pues en su lugar emplearemos el smartphone o, mejor aún, el smartwatch. Además, si el sistema está bien implementado, cualquier cambio en la fecha y hora de salida (prolongación de la estancia, late check-out, etcétera), se puede actualizar inmediatamente, sin necesidad de acudir con la llave a la recepción, etcétera.
La principal desventaja, como siempre en estos casos, es que dependeremos del funcionamiento del dispositivo en cuestión, es decir, que si nos quedamos sin batería, extraviamos el dispositivo, éste falla o cualquier otra eventualidad, nos veremos obligados a recurrir a los servicios del establecimiento para poder acceder a nuestro alojamiento. Quizá exista, o esté en desarrollo, algún sistema que pueda evitar esto y, desde luego, cualquier avance en este sentido supondrá una importante mejora en este sentido.