Un invento revolucionario en la industria automotriz
Vehículos de alto tonelaje que pueden pasar por encima de personas sin hacerles daño, sobre rocas puntiagudas sin pinchar y sobre terrenos blandos sin hundirse. Todo gracias a la casual experiencia de un hombre que terminó trayendo al mundo a los neumáticos de baja presión llamados Rolligon. ¡No te pierdas las fotos de la galería!
Un invento de los años 50 fruto de la casualidad
Todo fue debido a un tipo llamado William Hamilton Albee, un maestro de escuela que vivía en Alaska. Allí pudo observar a unos esquimales transportar un bote de madera con miles de kilos de pescado fuera del agua. Eso fue gracias al uso de varias bolsas de aire hechas con piel de foca que ellos iban colocando debajo del bote según avanzaban. Podían transportar la pesada carga sin esfuerzo y sin pinchar. Albee inició así su proyecto: unos neumáticos que puedan hacer eso mismo con los vehículos pesados de su época.
Un hombre llamado Albee que vivía en Alaska se inspiró en una técnica que usaban los esquimales para llevar altas cargas sin esfuerzo. Decidió hacer lo mismo con vehículos industriales.
Rolligon, los mejores neumáticos para llegar a todas partes
Aunque su uso principal no era que los camiones pasaran por encima de personas, sí que fue un gran espectáculo de marketing. Así lo vemos en las fotos en las que el propio Albee se deja «atropellar» y en la que has visto de portada, que apareció en la edición de diciembre de 1957 de la revista Mechanix Illustrated.
Concretamente, este prototipo se llamó Albee Rolligon. Un camión de 7 toneladas fabricado por Chevrolet que contaba con los mencionados neumáticos de baja presión. Gracias a ellos podía rodar por cualquier terreno abrupto y no se quedaba atascado ni en arena, barro, o hielo. ¿Cómo funcionan realmente? Te lo cuento más abajo.
El propio Albee dejaba que un camión de 7 toneladas le pasara por encima para demostrar el gran funcionamiento de su invento.
Funcionamiento de los neumáticos Rolligon y su trayectoria
El principio básico que permite la gran adaptabilidad al terreno de estas gomas es el empleo de baja presión (menos de un bar) y el uso de gran superficie. De esta manera el peso se puede distribuir por un área mayor. Un ejemplo para entenderlo es comparar cuando andamos de puntillas sobre los dedos, o con los pies planos. Duele más cuando el peso del cuerpo se apoya en un punto tan pequeño.
Albee tuvo gran éxito toda la década de los 50 debido a que sus neumáticos eran realmente útiles en el ámbito militar. No obstante, al finalizar la guerra, las ventas bajaron y el inventor se vio en la tesitura de vender la empresa para 1960.
Hoy día, tras algunos cambios de manos, se siguen fabricando este tipo de neumático que opera a muy baja velocidad. Se usan principalmente en vehículos industriales especializados, como los empleados por las compañías petroleras que operan al norte de Alaska. ¿Conocías esta historia?
El peso del vehículo se reparte sobre una gran superficie. De esta manera puede, literalmente, absorber todos los obstáculos de su camino.