Detención de Exmiembro de las Brigadas Rojas en Buenos Aires
Un exmiembro de las Brigadas Rojas italianas, Leonardo Bertulazzi, fue detenido este jueves en Buenos Aires, después de que el Gobierno del ultraderechista Javier Milei le retirara el estatus de refugiado que había obtenido en 2004. Bertulazzi, de 72 años, estaba prófugo desde 1980 de la Justicia de Italia, que lo condenó en ausencia a cumplir una pena de 27 años de prisión por secuestros, asociación ilícita y uso de armas de guerra. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, de buena relación con Milei, expresó su “profundo agradecimiento” a las autoridades argentinas.
En los años setenta, Bertulazzi era conocido con el alias de Stefano y actuaba en la división genovesa de las Brigadas Rojas, la agrupación terrorista de izquierda. Según la Justicia italiana, Bertulazzi participó del secuestro del ingeniero naval Piero Costa en enero de 1977. Con el millonario rescate que pagó su familia, y que habilitó su liberación después de 81 días, se presume que las Brigadas Rojas financiaron diversas actividades terroristas. Entre ellas, la compra del departamento de Roma donde, en 1978, fue mantenido en cautiverio, tras ser secuestrado, el exprimer ministro Aldo Moro, finalmente asesinado.
La detención de Bertulazzi fue realizada por agentes de la Policía Federal Argentina, con la colaboración de la Agregaduría Policial de Italia. La ministra de Seguridad local, Patricia Bullrich, celebró el “profundo trabajo de inteligencia” previo al arresto: el detenido fue hallado en su domicilio, en el barrio porteño de Monserrat. “Se le terminaron los años de impunidad a este peligroso delincuente. En esta Argentina liderada por el Presidente Milei, el que las hace, las paga”, fue el mensaje publicitario de la funcionaria en sus redes sociales. Desde Italia, además de Meloni, se pronunció el ministro del Interior, Matteo Piantedosi. Destacó que el arresto fue “el resultado del compromiso constante de llevar ante la Justicia a fugitivos peligrosos”.
La de este jueves fue la segunda detención de Bertulazzi en Buenos Aires. La primera había ocurrido en noviembre de 2002. Entonces llevaba seis meses en Argentina, había ingresado con el documento de un hermano mayor, desde Chile, por un paso de frontera patagónico. Venía de recorrer Latinoamérica en moto, desde El Salvador, a donde había vivido durante una década.
En aquel momento, Bertulazzi reclamó asilo político argumentando que “jamás cometió delito contra la paz, delito de guerra o contra la humanidad, ni jamás cometió atrocidad alguna”. También alegó que los hechos que se le imputaban en Italia habían prescripto y que se habían aplicado leyes especiales para condenarlo. Su solicitud contó con el respaldo de organismos de derechos humanos y de un centenar de académicos de distintos países. El refugio le fue otorgado en 2004, pero ya antes había sido liberado, a mediados de 2003, cuando la Justicia local no reconoció la condena dictada en Italia porque Bertulazzi, al ser juzgado en ausencia, no había podido ejercer su derecho a la defensa.
El Gobierno de Milei resolvió ahora quitarle la protección de refugiado y Bertulazzi fue nuevamente detenido. Se abrirá, ante el requerimiento italiano, el proceso de extradición y habrá que ver si esta vez la Justicia argentina reconoce la condena en ausencia.
Siga toda la información de El PAÍS América en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.