Un estudio revela cómo la bacteria Bifidobacterium breve puede influir en el metabolismo fetal
Un reciente estudio publicado en la revista Molecular Metabolism ha descubierto que la bacteria Bifidobacterium breve, común en muchas formulaciones de probióticos, puede modificar el metabolismo del feto cuando se administra de forma oral a ratonas gestantes. «La bacteria es capaz de cambiar varias funciones vitales durante la gestación», explica a SINC Jorge López-Tello, primer autor del estudio y miembro de una institución en Madrid.
Investigaciones anteriores lideradas por López-Tello ya habían demostrado que esta bacteria puede alterar la función placentaria, favorecer el crecimiento hepático fetal y mejorar tanto el peso fetal como los niveles de glucosa en sangre. «Los datos sugieren que este compuesto podría ser beneficioso para las mujeres gestantes, ya que mejora el peso y la glucemia fetal», puntualiza el científico.
La relación del feto con el intestino materno
En este nuevo trabajo, se ha observado que el cerebro fetal también se ve afectado por esta bacteria que reside en el intestino materno. Específicamente, al tratar a las ratonas gestantes, se identificaron cambios en 10 metabolitos y en genes involucrados en el transporte de nutrientes, así como en genes que controlan el ciclo celular, el desarrollo axonal y la función mitocondrial. «Además, descubrimos que distintas vías metabólicas, especialmente aquellas relacionadas con el metabolismo de la glucosa, estaban alteradas en respuesta a la administración materna de este probiótico», señala el científico.
López-Tello también comenta que las bacterias, la placenta y los seres humanos han desarrollado evolutivamente una relación simbiótica o de beneficio mutuo. «Las bacterias buenas del intestino tienen interés en que el bebé y la madre estén saludables, ya que así aseguran un nuevo hospedador en el futuro», explica.
Al administrar Bifidobacterium a la madre, se producen cambios en la placenta, específicamente en su función transportadora de nutrientes, conocida en el ratón como la zona del laberinto. «Al modificarse esta zona de transporte, se mejora la función placentaria, especialmente los transportadores de glucosa», añade López-Tello. «Como consecuencia, el feto es más grande y tiene una mejor glucemia».
Desarrollo de futuras terapias
En Europa, cerca del 14 % de las mujeres embarazadas recurren a probióticos, pero los efectos de estos compuestos durante la gestación aún no están completamente claros. Este estudio revela que lo que ocurre en el intestino materno puede influir significativamente en el desarrollo cerebral del feto.
Según López-Tello, «Los problemas gestacionales, como el retraso en el crecimiento intrauterino, la preeclampsia y la diabetes gestacional, están en aumento en parte debido a factores como la obesidad y el estrés, que también alteran la microbiota intestinal«. Estas condiciones no solo ponen en riesgo la salud de la madre y el bebé a corto plazo, sino que también pueden tener consecuencias a largo plazo. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que alrededor de 800 mujeres mueren diariamente por causas prevenibles relacionadas con el embarazo y el parto.
El estudio en modelos animales abre nuevas y prometedoras vías de investigación. Al explorar cómo la modulación del microbioma puede afectar el desarrollo fetal, se podrían desarrollar futuras terapias innovadoras. Eso sí, los autores no pudieron evaluar las consecuencias postnatales, por lo que se desconoce si la descendencia expuesta a este compuesto presenta un mejor desarrollo neurológico tras el nacimiento.
Referencia:
Jorge Lopez-Tello et al. Maternal gut Bifidobacterium breve modifies fetal brain metabolism in germ-free mice. Molecular Metabolism (2024)
Fuente: SINC