El lunes pasado, un operativo de desalojo y demolición en el Barrio Baquedano de Coquimbo resultó en un evento lleno de conflictos y disputas. La construcción, una estructura de material ligero ubicada en la intersección de la calle 10 de Julio con Costanera, había sido instalada de manera irregular y bloqueaba el paso a los peatones.
Carabineros y personal de seguridad municipal llegaron al lugar para hacer cumplir la orden de despejar el sector. Como era de esperar, el operativo generó una fuerte resistencia entre los ocupantes de la estructura ilegal. Sin embargo, a pesar de las reacciones adversas, se logró demoler la construcción.
Durante el procedimiento, los ocupantes insultaron, ofendieron y amenazaron a los funcionarios policiales y de seguridad municipal. Una de las personas incluso agredió a un miembro del piquete municipal, por lo que se detuvo a dos personas, un hombre y una mujer, ambos mayores de edad.
El momento más tenso se vivió cuando se inició la demolición con maquinaria pesada. Los ocupantes lanzaron piedras y objetos contundentes, rompiendo uno de los vidrios de la retroexcavadora. Esta acción provocó empujones y forcejeos, que derivaron en más detenciones.
Otro factor que complicó el procedimiento fue la presencia de menores de edad en el lugar. A pesar de las ofensas y amenazas dirigidas a los funcionarios y a la prensa, se buscó evitar que los niños presenciaran la situación extrema. Una funcionaria de la Oficina de Protección de Derechos de la Infancia de la municipalidad de Coquimbo intentó dialogar con las madres y los familiares de los menores. A pesar de las dificultades, los niños fueron ingresados a las viviendas antes de que la demolición comenzara.
Según el administrador municipal de Coquimbo, David Díaz, esta medida se enmarca dentro del plan de recuperación de espacios públicos. Aunque se encontraron con hostilidad y violencia, su objetivo es devolver los espacios públicos a la gente.
Durante el desalojo, una persona se presentó con documentos que lo acreditaban como propietario del terreno. Según él, el terreno había sido ocupado irregularmente por estas familias, y está llevando a cabo una acción judicial para recuperar su propiedad.
En relación a los menores de edad presentes durante el operativo, Díaz confirmó que se pidió la presencia de un profesional de la Oficina de Protección de Derechos de la Infancia. Sin embargo, los ocupantes se negaron a proporcionar información sobre los niños o a confirmar si estaban asistiendo a la escuela o recibiendo atención médica regular.
El operativo, que comenzó a las 8 de la mañana de este lunes, concluyó después del mediodía. A pesar de los desafíos y las dificultades, el desalojo y la demolición de la construcción irregular se llevaron a cabo con éxito. Esta acción representa un paso más en el esfuerzo por recuperar y preservar los espacios públicos en la ciudad de Coquimbo.