En un desafortunado accidente de tráfico en el centro de Irán, un autobús volcó, causando la muerte de alrededor de 30 personas y dejando heridas a otras 20. El autobús llevaba a 51 peregrinos paquistaníes a la ciudad de Arbain, en la provincia iraquí de Kerbala, según informaron los medios de comunicación estatales. El accidente ocurrió a última hora del martes en la provincia de Yazd, en el centro de Irán.
El accidente fue causado por un defecto técnico en el sistema de frenado del autobús, de acuerdo con las investigaciones preliminares realizadas por la policía de tráfico iraní. Este incidente acaeció en Irán, un país reconocido como la gran potencia del chiísmo, y los pasajeros se dirigían a una de las celebraciones más grandes de esta religión en la ciudad de Arbain. Dicha celebración marca el 40º luto tras el martirio del imán Hussein bin Ali, una figura central del islam chií y nieto del profeta Mahoma.
La lista de víctimas mortales incluye al menos 11 mujeres y 17 hombres, según informó inicialmente a la televisión estatal el director general de gestión de crisis de la provincia de Yazd. En respuesta al accidente, los servicios consulares de Pakistán en Irán han sido invitados a la provincia de Yazd para hacer un seguimiento del mismo. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Nasser Kanaani, expresó su pésame al «Gobierno vecino y hermano de Pakistán y a las familias afectadas», asegurando que las autoridades iraníes competentes estaban prestando servicios de socorro y tratamiento.
Resulta que la mayoría de los pasajeros eran de Larkana, Ghotki y otras ciudades de Sind, según informó Europa Press, citando a Radio Pakistán. El primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, también expresó su pesar por el incidente. En su declaración, manifestó estar “profundamente entristecido por la pérdida de vidas humanas” y envió sus pensamientos a las familias de las víctimas. También expresó su deseo de que los heridos se recuperen lo antes posible.
La reacción del primer ministro Sharif también se extendió a instrucciones directas a las autoridades diplomáticas presentes en Irán para que se pongan a disposición de las familias de las víctimas. Este gesto es un indicativo de la seriedad con la que el gobierno de Pakistán está tomando este trágico suceso.
El accidente de tráfico en Irán es una tragedia que ha golpeado a una comunidad de peregrinos que se dirigían a una importante celebración religiosa. Este incidente pone de relieve la importancia de mantener en buen estado los sistemas de transporte y la necesidad de investigaciones adecuadas para prevenir accidentes de este tipo en el futuro. La respuesta de los gobiernos de Irán y Pakistán también subraya la importancia de la cooperación internacional en tiempos de crisis y la necesidad de apoyo a las víctimas y sus familias.
En cuanto a los heridos, se espera que reciban el tratamiento y el apoyo necesarios para recuperarse de este traumático incidente. Más allá de lo físico, es probable que necesiten apoyo emocional y psicológico, ya que este tipo de accidentes pueden tener un profundo impacto en el bienestar mental de las personas.
La noticia de este accidente es un recordatorio de la fragilidad de la vida y de la importancia de las medidas de seguridad en la carretera. En el futuro, se espera que se tomen medidas para garantizar la seguridad de los peregrinos que viajan a celebraciones religiosas, y que se establezcan medidas para prevenir accidentes de este tipo. Asimismo, se espera que las autoridades y los gobiernos tomen medidas enérgicas para garantizar la seguridad de sus ciudadanos, tanto en casa como en el extranjero.