La disminución de la inversión debería ser una ‘alarma para el sistema político’

Caída de inversión debería ser “un alarma para el sistema político»

El reciente anuncio del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de Chile ha generado reacciones mixtas entre los expertos. El PIB registró una expansión del 1,6% en el segundo trimestre de 2024, una cifra que si bien se ajusta a las expectativas pronosticadas tras el último Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec), ha sido calificada como una desaceleración económica.

El informe de Cuentas Nacionales, publicado por el Banco Central, describió la evolución de la actividad económica durante el período como “decepcionante”. Contrastando con el primer trimestre del año en que la economía se expandió en un 2,5%, la economía parece haber perdido algunos puntos de crecimiento.

Rodrigo Montero, decano de la facultad de administración y negocios de la Universidad Autónoma, sostuvo que la economía está creciendo a un ritmo acorde a su capacidad. Sin embargo, los expertos están preocupados por el deterioro del mercado laboral y su posible impacto en la meta de crecimiento para fin de año.

Mario Marcel, el ministro de Hacienda, se mostró optimista respecto de la meta de crecimiento para este año, recientemente corregida a un 2,6%. A pesar de la necesidad de poner mayor énfasis en sectores como la construcción, Marcel insistió en que el segundo semestre será crucial para determinar si se logra la meta de crecimiento.

El ministro también instó al Congreso a avanzar más rápido en los proyectos pro inversión propuestos por el Ejecutivo. Esta petición surge en medio de la creciente preocupación por el desplome en la inversión, que los economistas consideran una alarma para el sistema político en general.

Desde la perspectiva del gasto, el crecimiento del PIB se apoyó en un mayor nivel de exportaciones. Sin embargo, la demanda interna disminuyó 1,4% debido a una menor inversión. Bajo esta mirada, la inversión tuvo un retroceso del 8,7%, arrastrada por sus dos componentes; la formación bruta de capital fijo y la variación de existencias.

Javier Mella, académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de los Andes, sostuvo que el Gobierno debería centrar su atención en este aspecto para evitar implicancias en el crecimiento a largo plazo.

El consumo de los hogares registró una variación anual de apenas el 0,5%, una cifra bastante marginal. La disminución en el consumo de alimentos es un ejemplo de este estancamiento.

El comercio exterior presentó resultados variados, con las exportaciones de bienes y servicios creciendo un 7,3% mientras que las importaciones cayeron un 2,2%.

Las expectativas de crecimiento económico también dependen de las reformas pendientes. Tanto los expertos como el ministro Marcel coincidieron en que “se mantiene la necesidad de zanjar con velocidad la reforma previsional, el pacto fiscal y dejar las reglas claras en relación a la permisología”.

La economía chilena, por tanto, se encuentra en un momento crucial. El desempeño del segundo semestre de 2024 será determinante para comprender si las metas de crecimiento se cumplirán y si el deterioro en la inversión puede revertirse. El Gobierno y el Congreso tienen la tarea de impulsar las reformas necesarias para reactivar la senda del crecimiento económico en el país.

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